La Onubense estudia a los costaleros del Prendimiento

El doctorando José Miguel Robles trata la composición corporal y la adecuación al trabajo

Diferentes fases del estudio, que se inició durante la Cuaresma del año 2012.
Diferentes fases del estudio, que se inició durante la Cuaresma del año 2012.
S. H.

3una tesis aborda cómo el estado físico afecta a la salud de quien realiza el trabajo costal, 27 de marzo 2013 - 01:00

En la Universidad de Huelva (UHU) se está llevando a cabo un estudio de investigación denominado El costalero en Huelva. Composición corporal y adecuación al trabajo. Se trata de una tesis doctoral inscrita en el Departamento de Enfermería de dicha institución y que realiza el doctorando José Miguel Robles Romero, enfermero y profesor de la Onubense, bajo la dirección del doctor José Arenas Fernández, profesor de la Facultad de Enfermería y la codirección del doctor Juan Gavala González, de la Universidad de Sevilla.

Con este estudio se quiere investigar cómo la composición corporal y la forma física de una población de costaleros de Huelva -en concreto, la cuadrilla de la Hermandad del Prendimiento- influye en su salud a la hora de realizar el trabajo del costal. La elección de esta cuadrilla fue por el elevado número de costaleros que posee y por el recorrido largo que cada Miércoles Santo realiza.

La primera fase del estudio comenzó a efectuarse durante la Cuaresma del año 2012, fecha en la que se llevó a cabo una serie de mediciones analíticas a las que la junta de gobierno y equipo de capataces y costaleros se ofrecieron. El estudio sociodemográfico fue el primer paso. Se utilizó el cuestionario validado y autorizado por el doctor Juan Gavala González en su tesis La actividad física del costalero sevillano. Hábitos y costumbres (2009) para valorar hábitos alimenticios, posturales y físicos de cada uno de los costaleros.

A continuación se realizó el estudio cuantitativo, con una primera medición de parámetros de composición corporal. Mediante el uso de un analizador denominado Inbody 230, gestionado por el Departamento de Educación Física, Música y Artes Plásticas, se analizaron a todos y cada uno de los costaleros y se obtuvieron datos exactos referentes al peso, masa muscular general y dividida por zonas, metabolismo basal, distribución de grasa corporal e índices corporales, entre otros aspectos. Anteriormente, el diagnóstico de obesidad se hizo por la apariencia física sin tener en cuenta el posible contenido dentro de una estructura de músculo y agua. El analizador permitió conocer el contenido exacto del cuerpo en lo referente a agua, grasa y músculo, por lo que fue de mucha utilidad a la hora de cuantificar el exceso o la falta de musculatura, tan necesaria para el trabajo del costal, según el punto de vista de Robles.

El estudio cuantitativo continuó con la medición de la forma física. Las cualidades físicas básicas son cuatro: fuerza, resistencia, velocidad y flexibilidad. Todas ellas en conjunto desarrollan la condición física de una persona. Es de vital importancia para el trabajo del costalero esa condición física; principalmente, la fuerza y la resistencia son las que influyen de manera más directa. Para valorarlas se utilizaron dos tests: uno de fuerza de piernas y otro de recuperación cardíaca. Así se cuantificó la preparación de los costaleros a la hora de afrontar el exigente esfuerzo de salir debajo de un paso.

Un tercer paso en el estudio cuantitativo fue la toma de constantes para estimar cómo afecta directamente meterse debajo del paso al individuo. Así, se valoraron constantes vitales como son la frecuencia cardíaca, la tensión arterial y la glucemia. La frecuencia cardíaca y la tensión se midieron en reposo, y justo después de arriar el paso. Así se pudo observar el incremento de las mismas y valorar si existe diferencia entre los individuos con composición corporal diferente o con preparación física distinta. La glucemia se midió antes de comenzar el ensayo y justo al finalizar el mismo. Así se observó cómo es de distinto el consumo de glucosa en todos y cada uno de los costaleros, al tiempo que se buscaron posibles relaciones entre las variables que se estaban estudiando.

La segunda fase de toma de datos ha comenzado en la Cuaresma de este año con la pesada del paso de misterio de la Hermandad Carmelita. A la hora de cuantificar esfuerzos de costaleros, únicamente se contó con referencias e ideas basadas en la intuición de la gente perteneciente al mundo del costal. En la capital onubense no hay pesos exactos de ninguno de los pasos, pero sí se están estudiando características de costaleros, ya que en esta tesis se considera esencial saber cuánto peso tienen que soportar realmente para poder cuantificar si el esfuerzo es intenso o no. En este caso, son siempre medias de pesos; es decir, se averigua el peso total del paso, pero no el peso real de cada uno. Esto dependerá siempre de la igualá del capataz, las caídas de la calle, las pendientes, las horas de recorrido y el tipo de costal, entre otros aspectos.

Para ello, el pasado 19 de marzo se procedió a la pesada del paso. Se desplazó a la iglesia del Carmen un equipo humano de la Delegación de Fomento, Vivienda, Turismo y Comercio, encabezado por Miguel A. Moreno de Monteverde, jefe del Servicio de Transportes, con unas básculas especiales utilizadas para el peso de vehículos y que dieron el peso exacto del mismo.

Actualmente el estudio sigue en marcha y continuará la toma de datos que ayuden a esclarecer los objetivos de la investigación y poder sacar información que sirva en un futuro para mejorar la salud de los costaleros.

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