Santiago Gómez | Obispo de Huelva

"La Semana Santa de Huelva hay que disfrutarla en las calles y litúrgicamente"

  • El obispo de Huelva, Santiago Gómez, cuenta cómo se vive la Cuaresma en la Diócesis de Huelva

Don Santiago Gómez Sierra, obispo de Huelva.

Don Santiago Gómez Sierra, obispo de Huelva. / Josué Correa

El obispo de Huelva, Don Santiago Gómez Sierra, llegó a la Diócesis onubense hace ya tres años y medio, donde ha desempeñado sus funciones tras un largo recorrido dentro de la iglesia. Natural de Madridejos, un pueblo de Toledo, estudió Filosofía y Ciencias de la Educación en la Universidad Complutense de Madrid y estudios Eclesiásticos en la Universidad de Comillas, se ordenó como sacerdote en Córdoba, donde vivió durante 24 años y en el 2011 fue obispo auxiliar de Sevilla. Tras este recorrido Don Santiago llegó a Huelva donde se ha implicado día a día en su gran familia cristiana. 

-Vemos como se vive la Cuaresma en la calle, en las parroquias pero, ¿cómo se vive esta época dentro de la Diócesis?

-Para la Diócesis el tiempo litúrgico de Cuaresma son 40 días particularmente intensos, siguiendo la invitación a la adoración, el ayuno, la penitencia y como un gesto de austeridad abstenerse de comer carne todos los viernes de Cuaresma. Otra de sus características es la caridad, siendo un tiempo dedicado a la limosna, a solidarizarse con los más pobres, que puede surgir de muchas maneras, desde visitar a un enfermo o estar cerca de personas que sufren o compartir bienes materiales. También se vive en muchas familias, parroquias y hermandades con la celebración de triduos, quinarios, siendo una época en la que se intensifica la vida espiritual. 

-Las hermandades se han volcado en las obras sociales que han ido de la mano de la Diócesis y de Cáritas. 

-Pues sí, la dimensión social y de la caridad es un elemento constitutivo de la iglesia, la iglesia cuando hace caridad o elabora proyectos de caridad no lo hace por completar a lo que no llegan las administraciones públicas, sino como algo que forma parte de ella. Las hermandades no pueden estar al margen de este elemento característico de nuestra religión, hay algunas cofradías más grandes con sus propios proyectos de diferentes tipo y en su totalidad ayudan a las propias Cáritas parroquiales. La Casas de Nuestra Señora de los Milagros es un lugar para que personas sin hogar enfermas puedan rehabilitarse, que se ha sostenido, no solo por todas las hermandades de la ciudad, sino por toda la Diócesis con una campaña a la que llamamos el euro solidario. 

-Si tuviese que elegir, ¿cuáles son los mejores momentos que ha vivido de la mano de la Semana Santa de Huelva? 

-Me quedaría con los Vía Crucis del Consejo de Hermandades y Cofradías de Huelva. Todos los que he vivido en la ciudad han sido momentos de oración, recogimiento y piedad sincera, desde el primero que salió de la Parroquia de la Concepción con la emoción de ser una de las primeras manifestaciones de fe en la calle tras el duro periodo de la pandemia y los restantes, tanto en la plaza de San Pedro, Cristo Sacerdote y este año mismo con el Cristo de la Victoria han sido actos muy bonitos. Además, yo disfruto en la estación de penitencia desde el palco de la Carrera Oficial. 

-Hablando de Vía Crucis, ¿será la Plaza de la Merced su emplazamiento definitivo? 

-Al ser un Vía Crucis de todas las hermandades de la ciudad se hace en la iglesia referente de todas las Diócesis que es la Catedral, dentro no se puede realizar por sus dimensiones, pero su plaza, cuando esté terminada, será un espacio especial para todos, aunque es algo a estudiar cuando finalicen las obras. 

-¿Dentro de la Diócesis de Huelva como se trabaja para la llegada de la Semana Santa?

-La Cuaresma ya es un tiempo de preparación para la Semana Santa y las celebraciones de las misas dominicales de cada parroquia tienen un tono especial de preparación a esta Semana Grande. Por parte de las hermandades de penitencia tienen también cultos especiales donde se aviva el fervor y la piedad de los hermanos. También tenemos los Vía Crucis, retiros espirituales... es una época que moviliza espiritualmente, es una llamada a espabilarnos a no vivir la vida cristiana de una forma tan rutinaria y cuando llegue la vigilia pascual podamos renovar las promesas del bautismo. 

-Estamos viviendo una época dorada en cuanto a patrimonio en las hermandades, ¿también se está viviendo en cuanto a la fe? 

-Sí es una época dorada por número de hermandades y patrimonio, el reto que tenemos es que todo eso sea misionero. La fe no la podemos dar por supuesta en una sociedad muy secularizada, yo creo que es tarea de todas las parroquias suscitar esta fe y por lo tanto también en las hermandades, que con su propio lenguaje tienen que alimentar esa creencia y devoción a las imágenes. 

-¿Cómo es la relación con las hermandades que conforman la Diócesis de Huelva?

-Es una relación buena, en las visitas pastorales siempre tengo un encuentro con las juntas de gobierno de las cofradías que hay en las distintas parroquias o pueblos y he encontrado una comunicación franca, directa y yo percibo que las disposiciones que salen de la Diócesis, como la regulación de las procesiones extraordinarias o el proceso para poder constituirse una Hermandad, han sido acogidas de una manera muy razonable con espíritu de unión eclesial. 

-El año pasado tuvo a dicha de coronar a la Virgen de la Amargura, ¿cómo lo vivió?

-Lo viví con mucha emoción y me sorprendió la multitud de fieles que acudieron a la misa de la Coronación, estuvo excelentemente preparada y personalmente fue la primera Virgen que yo he coronado a una imagen. 

-Estáis inmersos en la preparación de la Magna Mariana que va a traer a Huelva a numerosas devociones de toda la provincia. ¿Cómo nació esta idea?

-Cuando iba terminando la pandemia había muchas peticiones de procesiones extraordinarias, como acto de acción de gracias,  tras pandemia se pasó la procesión eucarística del Corpus al jueves en vez del domingo y para organizar la Magna Mariana, sugerí que fuese en el año Santo Jubilar y desde el Consejo de Hermandades veníamos hablándolo. Hay una Comisión que se está encargando de la organización, se ha invitado a las imágenes de la Santísima Virgen que estén coronadas. Yo he pedido que no solo hagamos una procesión sino que tenga un relato, que sea una catequesis que se está preparando siendo una experiencia espiritual preparada y que nos pueda permitir vivirlo con profundidad cristiana. 

-¿Ha crecido la cantidad de fieles que se han adherido a la iglesia en estos últimos años?

-Yo no me atrevería a hablar de un crecimiento, los fieles que se acercan a la iglesias forman círculos concéntricos. Hay fieles de misa diaria, hay otros que no son de misa diaria, pero son comprometidos con su parroquia o su hermandad. También quien son fieles cristianos que van a misas el domingo y vive en su trabajo y su familia su vocación cristiana o quien lo hace de forma esporádica ahora en Semana Santa. Todos se sienten miembros de la iglesia y la tarea que tenemos los pastores de la iglesia es que los bautizados vivan su fe con mayor cercanía. 

-La devoción entre los más pequeños sale a relucir en el Camino Joven del Rocío, ¿los jóvenes se acercan a la iglesia en estos actos?

-Esta peregrinación fue el día de Cristo Rey, ese día fue precioso con una concentración muy importante de jóvenes. En torno a las parroquias también hay una misión en las parroquias y en torno a las hermandades van viviendo su fe, además de la Pastoral Universitaria. Son una esperanza para la iglesia, aquí nadie sobra y necesitamos su implicación, lo que veo es que los jóvenes que se acercan a la iglesia no tiene prejuicios, lo hacen por una necesidad de experiencia espiritual que les lleva a encontrarse con el Señor, una generación muy sana. 

-Una invitación a disfrutar la Semana Santa de Huelva.

-Que se viva intensamente este tiempo que es muy hermoso y sentirnos que hay muchas personas que les atrae y les emociona las hermandades en la calle, que disfrutemos todos de eso. Pero al mismo tiempo que se viva la otra cara que tienen estos días, la celebración de la liturgia, de la misa del Domingo del Ramos, de la última cena, la vigilia pascual... que litúrgicamente se vive la actualidad del misterio de la muerte y resurrección el Señor e invitaría a participar en ellos. Si nuestra fe solo toca nuestra vida en un momento efímero es como un fuego de artificio y después no queda nada, la celebración de la muerte y resurrección del Señor tiene que ver con nuestra vida y lo que somos, dando respuesta al sufrimiento, a la muerte que es una puerta de la vida verdadera, con la fuerza y la esperanza que da. 

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