Semana Santa

La Legión se hace onubense el Sábado de Pasión

El Cristo de la Vera Cruz sale de la parroquia de la Concepción portado por los legionarios.

El Cristo de la Vera Cruz sale de la parroquia de la Concepción portado por los legionarios. / Alberto Domínguez

Un joven, que no llegaría a los 18 años, repeinado, ajustaba su cámara de vídeo sobre el trípode frente a frente a la puerta de la parroquia de la Concepción. Detrás, en el escalón del portal, en esa línea que marcaba el sol y la sombra, se hacía sitio una pareja que aguardaba toqueteando las pantallas táctiles de los móviles. A su vera, a escasos metros a la derecha, un hombre, que ya peinaba canas, tenía como visera la palma de su mano, mientras que con la otra equilibraba el peso y su descanso en un farola. Restaban todavía más de dos horas para que la Legión llegase a las puertas de la casa del Cristo de la Vera Cruz y Huelva ya era un hervidero. 

Lo del 2019 fue como el amor a primera vista. Porque termina siendo un rompecabezas perfecto. Sábado de Pasión, el crucificado, la localización y la Legión. Y Huelva, por supuesto. Y sabes, que el tiempo de esta unión, será largo y duradero. El flechazo de hace tres años fue tal que todo el mundo sabía lo que iba a ocurrir este Sábado de Pasión. Huelva ha ganado un día de Semana Santa. Y será eterno. Como el abrazo que dan los onubenses a un Cristo que coge ya un protagonismo desbordante. Así, también, estuvieron las calles del corazón de una ciudad que huele a la bendita primavera. En pocos acontecimientos Huelva ha reunido a tanta gente en el centro durante una tarde. 

Huelva no es que haya ganado un día de Semana Santa, que también. Ha abierto una ventana a la hostelería, al comercio y al turismo. Y a la devoción. Todos ganan. Y Huelva vive. Más que nunca. Todo ocurrió en una tarde en la que cuando ya había gente apostada frente a la parroquia de la Concepción, la espera crecía en las inmediaciones de la Casa Colón. Allí llegó el Grupo Acorazado de Caballería Reyes Católicos de la Legión, de Ronda. Que es una unidad equipada con vehículos acorazados, y en definitiva, una de las unidades con potencia de fuego más importante de la Legión. 

Fueron unos 160 legionarios entre la Banda de Cornetas y Tambores de Guerra del Cuarto Tercio, la escuadra de gastadores y el escuadrón de honores. La ciudad los esperó tanto que el denominador común fueron los vítores y aplausos durante cuatro horas que se complementaron con fotografías, vídeos y verdadera pasión por lo que se estaba sucediendo. 

Aunque la cita sea todavía novedosa, la organización y el ambiente es de una madurez imponente. Como el interior de la parroquia durante la mañana. El momento de la oración. El Cristo de la Vera Cruz, custodiado por los legionarios en una guardia con diferente relevos, una solemne imagen que lo tiene todo. 

Y con paso legionario, que son 160 pasos por minuto, arrancó el cortejo de damas y caballeros en su entrada en la ciudad. En busca del Cristo de la Vera Cruz, el titular de la Hermandad de la Oración en el Huerto, y al que pertenece la Legión teniendo el título honorario. No cabía un alfiler en el centro de Huelva y no había dos manos que no estuvieron aplaudiendo al paso de los legionarios. Las presentación y protocolos llevó a la imposición de medallas de la Hermandad, antes de que cruzase el dintel el Cristo de la Vera Cruz portado por el Tercio de Ronda de la Legión. El Novio de la Muerte sonó. Retumbó más bien, en un momento digno de presenciar, y que ya es algo inolvidable. Igual que lo fue un recorrido en el que de principio de a fin no se perdió la atención. Y es que es uno de esos cortejos para disfrutar al completo. La cruz parroquial abrió el camino a los hermanos con cirios. Seguido, el Guión de la Hermandad, la presidencia civil, el Cristo de la Vera Cruz, la comisión militar -presidida por el teniente general jefe de la fuerza terrestre del Ejército de Tierra, José Rodríguez García, que estuvo acompañado de otras altas autoridades militares; la escuadra de gastadores, la Banda de Cornetas y Tambores de Guerra del Cuarto Tercio, y el escuadrón de honores. 

El colofón se centró con la llegada de la imagen cristífera y el broche lo puso la Legión recitando dos espíritus del Credo Legionario, el de la Muerte y Todos los hombres legionarios son bravos. Un sonoro aplauso cerró la segunda cita. El segundo encuentro de este círculo perfecto. De esta unión que se consolida como los amores a primera vista. 

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