Semana Santa

Las Cadenas volverá a su retablo

  • La Hermandad de La Merced presenta la conclusión de los trabajos de restauración. Buen número de templos se abre a la devoción para mostrar a los Cautivos en besapié.

Nuestro Padre Jesús de las Cadenas volverá en pocos días a su retablo de la Catedral de La Merced. De allí se encuentra ausente desde el pasado mes de noviembre. En la tarde de ayer se procedió a la presentación de los trabajos de restauración y conservación de su retablo que ya han sido concluidos.

El acto contó con la presencia de la junta de gobierno de Judíos, encabezada por su hermano mayor, José Antonio Vélez. Él fue quien dio la bienvenida al templo a la diputada provincial de Cultura, Elena Tobar y al de Infraestructuras, Alejandro Márquez. No en vano, la Diputación es la entidad que asumió el pasado año el proyecto, que ha corrido a cargo del equipo de Jesús Mendoza.

El retablo de Nuestro Padre Jesús de las Cadenas había sufrido un paulatino deterioro visible, preferentemente en su parte inferior. La causa se encontraba en la propia pared del templo, que era objeto de la humedad y de un relleno de yeso, incluido tiempo atrás, abombaba la estructura del propio retablo causando varias grietas. El temor a un derrumbe llevó a la junta de gobierno de La Merced a plantearse la restauración. La idea fue bien recibida por la Diputaicón que, no en vano, es la propietaria del edificio que alberga la catedral en usufructo al Obispado.

José Antonio Vélez se congratuló de que, pese a las grietas y el riesgo existente de que el retablo acabara por ceder, el estado de conservación de todos los elementos sea bueno aunque se le ha sometido a una limpieza adicional. La obra data del siglo XVIII.

No es, sin embargo, la primera vez que se acometen trabajos de conservación. En la década de los 70, la catedral fue objeto de un proyecto de restauración.

El Señor de las Cadenas ha estado situado, durante estos meses, en el contiguo retablo de San José. Una vez regrese a su lugar original, la base de la urna será algo más elevada pera permitir una mejor visión del titular de los Judíos, que ayer se encontraba en solemne besapié.

Pero no sólo Nuestro Padre Jesús de las Cadenas fue ofrecido a los fieles en este acto piadoso. La jornada de ayer es una de las más significativas del recién estrenado calendario cuaresmal.

El primer viernes de Cuaresma tiene como protagonista indiscutible al Señor Cautivo y toda una ola de devoción recorrió la espina dorsal de la Huelva cofrade y creyente. Imágenes de hermandades de penitencia y otras ubicadas en distintas parroquias recibieron la visita de muchos devotos. En algunos de los templos, el flujo de personas fue incesante. La realización del piadoso acto del besapié se acompañaba, en bastantes casos, de entregas de ramos de flores y momentos de oración en los bancos habilitados para la ocasión.

La parroquia mayor de San Pedro es uno de los epicentros de la devoción al Cautivo. La asistencia de los creyentes no cesó ante una de las imágenes que más fe levanta, en Huelva, en estos primeros viernes de Cuaresma. La parroquia, además, ha celebrado triduo en su honor. Otro Señor que recibió el cariño de los fieles fue el de la Iglesia del Rocío aunque, para decir toda la verdad, esta imagen es acogida e invocada durante todo el año en su pequeña capilla aledaña a la entrada principal del templo.

Ya en el centro, la Iglesia de la Concepción tuvo dos titulares en solemne besapié: el Nazareno y el Señor de la Oración. El primero, presidiendo su capilla. La novedad este año ha sido la instalación de una rampa que ha facilitado el acceso a las personas mayores o con alguna discapacidad. Así se han solventado los problemas de accesibilidad que surgieron el año pasado en este sentido.

El Señor de la Oración en el Huerto se encontraba en la nave central del templo, mirando hacia el altar mayor.

Más titulares de hermandades de penitencia participaron en este primer viernes cuaresmal, tejiendo un auténtico rosario por las barriadas onubenses. Esos fueron los casos del Cautivo de La Hispanidad, el Señor de la Sagrada Lanzada, Nuestro Padre Jesús del Calvario, el Señor de la Humildad y Nuestro Padre Jesús del Prendimiento.

Fueron actos íntimos, organizados de manera particular por hermandades y parroquias pero que respondieron a un único llamamiento. En algunos casos coincidieron con otros más propios de cada cofradía.

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