El Recreativo de Huelva está pendiente de la enfermería. Desde que se inició la temporada el entrenador del equipo onubense, Alberto Monteagudo, no ha podido contar con su plantilla al completo dados los numerosos problemas físicos que han sufrido diversos futbolistas de su plantel. No obstante, el conjunto albiazul ha ido superando las adversidades y tras siete jornadas ocupa uno de los puestos de privilegio del grupo IV de Segunda B, al estar clasificado en la cuarta plaza con trece puntos, a tres de los líderes, San Fernando y Cartagena, y a uno del Badajoz.

El empate del pasado domingo a domicilio frente al Atlético Sanluqueño (1-1) impidió que el Recreativo encadenara su cuarto partido seguido ganando y sin encajar goles, aunque mantiene su fiabilidad en ataque pues ha marcado en todas las jornadas. Pese a la plaga de lesiones que ha asolado al vestuario albiazul y a tener que pagar en el arranque liguero el peaje de contar con un plantel con numerosas incorporaciones, el Decano ha sabido sortear las dificultades. El nuevo proyecto recreativista mantiene su progresión y ha avivado la ilusión de los aficionados onubenses, que desean ver a su equipo pelear por el ascenso a Segunda División A por segundo año consecutivo, después de padecer durante varias campañas la zozobra de luchar por evitar el descenso a Tercera.

Nano, Víctor Barroso, Irizo y Quique Rivero causaron baja en la última convocatoria recreativista por lesión

La escuadra albiazul salió de El Palmar con la sensación de que se le habían escapado dos puntos. Fue superior al Sanluqueño en muchas fases del encuentro, demostrando el empaque de un conjunto capaz de derrotar a cualquier rival de la categoría en cualquier escenario. En este encuentro, Monteagudo no pudo contar con los lesionados Nano, Víctor Barroso, José Manuel Irizo y Quique Rivero, y en la segunda mitad del partido tuvo que sustituir a Alberto Quiles (quien salió del campo con un gran bulto en una rodilla) y a Carlos Martínez, tras sufrir un golpe. La buena noticia es que tanto Rubén Cruz como Alfonso Fernández volvieron a gozar de algunos minutos tras varias jornadas en el dique seco.

Nano, que había sido titular en las seis primeras jornadas, se cayó de la última convocatoria debido a un problema muscular que arrastraba desde la semana anterior. Su baja en el lateral izquierdo la suplió el capitán, Diego Jiménez, quien cumplió en el choque disputado en Sanlúcar de Barrameda.

Víctor Barroso sufrió una rotura en el recto anterior del cuádriceps de la pierna derecha durante la pretemporada y tras estrenarse en esta Liga en el encuentro disputado en Mérida tuvo que volver a parar, aunque parece que ya está recuperado de su lesión y se espera que esta semana pueda a trabajar con el grupo; Quique Rivero lleva de baja desde que el pasado 15 de septiembre encajó una brutal entrada de Hugo Álvarez durante el encuentro frente al UCAM Murcia. En principio se temió que el centrocampista sufriera una grave lesión, algo que descartaron las pruebas diagnósticas realizadas. No obstante, el cántabro sigue teniendo dolor al golpear el balón aunque su mejoría es patente y quizá pueda estar disponible para el encuentro del próximo domingo frente a la Real Balompédica Linense en el Nuevo Colombino.

Irizo lleva participando en los entrenamientos desde hace algunos días. El centrocampista jugó en el partido inaugural del campeonato frente al San Fernando, pero luego recayó de una lesión que arrastraba de la temporada pasada cuando militaba en la cantera del Betis. El sevillano también tiene posibilidades de ser incluido en la relación de futbolistas convocados para medirse el domingo a la Balona.

La gran duda para Monteagudo es Alberto Quiles. El delantero está a la espera de conocer los resultados de las pruebas diagnósticas a las que va a ser sometido hoy. El onubense ha sido titular en todos los encuentros y se ha destapado como una de las grandes referencias ofensivas del equipo. Atraviesa un momento dulce de juego y ya suma tres goles, los mismos que consiguió en toda la temporada pasada.