Recreativo de Huelva

Arsenio Luzardo: "Sigo echando de menos a Huelva y al Recreativo, son mi tierra"

  • "Cuando vi lo que es ahora el estadio Colombino se me cayó una lágrima", asegura el uruguayo. "A Víctor Espárrago le voy a estar siempre profundamente agradecido por traerme aquí"

El centrocampista uruguayo Arsenio Luzardo, en el Nuevo Colombino.

El centrocampista uruguayo Arsenio Luzardo, en el Nuevo Colombino. / Josué Correa

Arsenio Luzardo, nacido el 4 de septiembre de 1959 en Treinta y Tres (Uruguay) ha sido uno de los grandes protagonistas de los actos del 130 aniversario del Recreativo. El centrocampista uruguayo dejó un grato recuerdo en los siete años que estuvo en el Decano (desde el 85 al 92). Se marchó de Huelva en julio de 1992, regresó cinco días en 2004 y hacía 15 años que no estaba en la ciudad.

Sus sensaciones en su regreso a Huelva “han sido las mejores, porque más allá de que estaba en comunicación con gente de aquí a través de las redes sociales, el estar aquí en persona y recibir todo el cariño y la admiración de la gente es increíble”.

El centrocampista uruguayo es toda una leyenda en el Decano. “Da un poco de responsabilidad, más allá de que soy mayor ya y tengo 60 años. Son muchas satisfacciones, que estés lejos de tu tierra, de tu país, y que te hagan sentir de la manera que estoy sintiendo es un orgullo y un compromiso para seguir de la misma manera que sigo hasta ahora. No me supone ningún esfuerzo porque soy así y es difícil que vaya a cambiar”.

Sus días de gloria los vivió en un estadio Colombino del que ya no queda nada. “Lamentablemente me costó un poco acercarme; estuve paseando por la ciudad e hice dos intentos de ir hasta allí y no junté tanto coraje, pero Márquez, el ‘cabeza’, me montó en su coche y pasamos por lo que era el estadio, y me emocioné porque pensé encontrar algo diferente. Si hubiese encontrado un colegio, un polideportivo... no hubiese sido tan grande el impacto como cuando vi un parking medio desorganizado. Se me cayó una lágrima, no me pude aguantar”.

El día que me fui dejé un pedacito de mi corazón en Huelva"

El estadio le daba una vida enorme a la Isla Chica. “Lo he comentado días atrás. La barriada era una verdadera fiesta, yo vivía enfrente de la puerta del estadio, y era maravilloso ver todo lo que era el barrio, el murmullo de los días de fútbol y principalmente los días del Trofeo Colombino”.

Huelva y el Recreativo significan mucho para Arsenio Luzardo. “Dos cosas importantísimas en mi vida. Llegué en julio del 85 y me fui en julio del 92. El día que me fui dejé un pedacito de mi corazón en Huelva. Después de estar en Corea (se marchó un año a jugar allí) y después de estar en mi tierra me di cuenta de lo que había dejado. En aquel momento no medí la dimensión, pero tras volver a Uruguay me di cuenta de todo; echaba de menos y sigo echando de menos a Huelva y al Recreativo. Huelva y su gente son mi tierra y son como si fuera mi familia porque así me lo están haciendo sentir”.

El organizador del juego en su etapa de albiazul sigue la actualidad del club. “Lo sigo en la distancia; estamos en un momento complicado económicamente y ojalá que se pueda revertir esta situación y el Recreativo esté en los lugares donde se merece, porque la ciudad, la gente y su infraestructura hacen que sea un equipo de, al menos, Segunda División”.

¿Mantiene Arsenio Luzardo algún nexo con Huelva? “Contacto con los amigos continuamente y con la gente a través de Facebook. Las redes sociales son maravillosas porque en un instante te estás comunicando a través del mundo; es un contacto permanente y vivo el día a día de lo que es Huelva y su ciudad”.

Pese a que físicamente se conserva bien, no sigue jugando al fútbol. “Sólo por televisión”, comenta con buen humor. “Tomé la decisión de dejar el fútbol en un momento clave. Le decía a mis amigos: Lo voy a dejar cuando vea que el fútbol está intentando dejarme a mi. Me retiré el 21 de diciembre del 96 con 36 años en el estadio Centenario con el Nacional, mi club de toda la vida, con un gol de penalti”.

En Primera División te dejan jugar más; la Segunda de mi época era más dura"

Un jugador como Luzardo costaría hoy día muchos millones de euros. “No sé cuánto, dicen que mucho, ja ja. No sabría decir. Mi sueño, y lo que más me duele, es no haber jugado con el Recreativo en Primera División; ese es un debe que nos quedó, una espina que tenemos clavada y que nos va a durar para toda la vida porque ya va a ser imposible hacerlo realidad. Me hubiese gustado jugar en Primera porque es un fútbol que deja jugar más, tienes más libertad, es más rápido; la Segunda División en mi época era más dura. Nosotros entrenábamos para divertirnos con el juego y al mismo tiempo divertir a la gente. Gracias a Dios toda la gente nos hace sentir que disfrutaba de nuestro fútbol”.

Luzardo ha regresado a Huelva después de 15 años sin venir. Luzardo ha regresado a Huelva después de 15 años sin venir.

Luzardo ha regresado a Huelva después de 15 años sin venir. / Josué Correa

Son muchos los recuerdos que se le vienen a la mente de su época recreativista. “Entre los buenos destaco la posibilidad de haberme instalado en esta ciudad, la gente, la ciudad, el club, a Víctor Espárrago, que fue mi mentor y el que me trajo; lo malo es no haber podido ascender y además haber bajado de categoría. La gran mayoría son recuerdos muy bonitos, y me lo hace sentir la gente en cada momento. Cuando he salido a caminar por la ciudad me piden una foto o me dicen ‘sabe que cuando usted jugaba yo tenía 9 o 10 años y le agradezco esta época; o que mi padre me habló mucho de usted’, esas cosas te llenan el alma y son impagables. Se lo agradezco a toda la gente de corazón, y me enorgullece que simplemente por jugar bien al fútbol le hayamos dado tantas alegrías y tengamos tantos recuerdos”.

En su etapa albiazul el jugador uruguayo tuvo dos presidentes. “José Antonio Mancheno fue el primero y luego Juan Andivia. Con Mancheno fueron los dos primeros años, una etapa muy positiva para el club; con Andivia tocó una época complicada, el club no estaba muy bien económicamente, la directiva se había desmembrado, y a Andivia le tocó una etapa muy complicada pero la llevó con honradez y mucho cariño hacia el club. Mi idea era quedarme, pero como ocupaba plaza de extranjero no podía renovar contrato y me tuve que ir”.

Muchos fueron sus entrenadores en Huelva, pero el que le dejó más huella fue su compatriota Víctor Espárrago. “El mejor que tuvimos fue Víctor, una persona muy seria, profesional, organizado y siempre atento con los futbolistas; no quiero decir que los demás hayan sido malos, pero él fue el que más nos marcó. También tuve como entrenador a Candi, a Julio Peguero, a Isabelo, del que guardo un gran recuerdo...”.

Arsenio Iglesias me llamó para fichar por el Deportivo pero no me quise ir, y no me arrepiento de la decisión"

Tuvo ofertas para salir del Decano, pero no cuajaron. “Me llamó Arsenio Iglesias, del Deportivo de La Coruña; cada vez que nos enfrentábamos le marcaba un gol, por eso digo con humor que ellos pensarían ‘si no podemos con el enemigo vamos a ficharlo’. Yo no me quise ir, no me quería mover de Huelva porque estaba muy bien aquí, la gente me trató siempre como si hubiera nacido en esta tierra, como si fuera de la casa, y me cogió en un momento en el que mi desafío era ascender con el Recreativo. Lamentablemente no pude, pero no me arrepiento de mi decisión porque hoy por hoy noto el reconocimiento por haber tomado aquella decisión”.

Tiene claro que colaboraría con el Decano si el club se lo pidiera. “Estaría encantado, no lo dudaría, en ayudarlo desde donde fuera, porque amo esta tierra y amo al Recreativo”. Hay una conexión especial entre Huelva y Uruguay, plasmada no sólo en Luzardo y Alzugaray, sino también Víctor Espárrago, Martín Cáceres... “Todo nace desde el momento en que vinieron los primeros uruguayos y dejaron una huella grande, y nosotros tuvimos la virtud de aprovechar lo que dejaron Espárrago, Lora, Gerolami... Nosotros tuvimos el mismo comportamiento futbolístico y como profesionales y eso nos marca el día a día”.

Mantiene contactos tanto con Alzugaray (que no pudo estar en Huelva para recibir el mismo homenaje que Luzardo) como con Espárrago: “Alzugaray no es muy fluido; cuando veo que está en línea en Facebook le mando un mensaje; siempre fue un chico retraído, le cuesta hablar y expresarse, pero nos interesamos el uno por el otro; ahora está un poquito gordito, ja ja. Yo me he cuidado un poquito más. Por otro lado, si yo soy una persona mayor Víctor Espárrago lo es un poquito más; de él tengo gratísimos recuerdos; él fue el que me trajo a esta tierra y le voy a estar siempre profundamente agradecido. Cuando me dijo ‘vamos a Huelva’ le pregunté dónde estaba Huelva y no lo dudé. Y aquí vinimos a parar, por suerte”.

Luzardo no quiso continuar su carrera en los banquillos, ya que no le ‘tiraba’ el hecho de ser entrenador. “Lo que me ha gustado siempre es trabajar con los chiquitos, de 6 hasta 12 años; las satisfacciones y el reconocimiento que te dan ellos no te lo dan los mayores, te llenan el alma, es algo que me gusta”.

Luzardo ha podido apreciar el gran cambio que ha sufrido la ciudad de Huelva en los últimos años. “La he visto maravillosa, ha cambiado enormemente. Cuando llegué, si me hubiera tocado venir solo desde Sevilla seguramente me hubiera perdido a la entrada. Me llamó la atención el cambio para bien, Huelva está muy bonita y me enamora cada vez más”.

Luzardo trabaja en su ciudad natal como responsable de las infraestructuras deportivas

Sobre su vida actual, Arsenio Luzardo destaca que “estoy en mi ciudad, Treinta y Tres, en Uruguay, y estoy trabajando en la Intendencia Municipal, que viene a ser la alcaldía, y estoy a cargo de las infraestructuras deportivas, y también soy miembro de la Corte Electoral, es una función que ejercemos como controlador en las elecciones, sean departamentales o nacionales”.

Espero venir más seguido a Huelva y tengo que traer a mi hijo más pequeño, Renato, de 13 años, que se quedó enfadado conmigo porque no lo traje ahora y estoy arrepentido, pero le daré el gusto de que pueda venir a Huelva y que vea, que compruebe las cosas que hicimos por aquí y el cariño que se nos tiene, que lo viva en persona. No juega al fútbol, prefiere el balonmano. Le hemos inculcado que sea un buen deportista y también un buen estudiante, que se forme, porque en el deporte estás activo hasta cierta edad y luego te encuentra un mundo al que no nos preparamos los futbolistas de aquella época para enfrentarnos a la vida después del deporte. Eso es lo que les inculco a los más pequeños, el deporte es compatible con los estudios”.

“Agradecerle a Huelva, al Recre y a su impresionante afición todo el cariño que me ha brindado y por hacerme sentir de una manera especial. Voy a estar eternamente agradecido y desearles una Feliz Navidad y un mejor año, que se lo merecen”, concluye Luzardo.

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