El embalse de El Sancho se convierte en un laboratorio de contaminación de ácido

Un proyecto coordinado por investigadores de la Universidad de Cádiz lo estudia desde hace un año

Investigadores de la UHU recogen muestras en El Sancho en 2010.
Investigadores de la UHU recogen muestras en El Sancho en 2010.
Efe Cádiz

medio ambiente, 19 de junio 2014 - 05:01

El embalse El Sancho, situado en el término municipal de Gibraleón, se ha convertido en un laboratorio de excepción en el que los científicos investigan las consecuencias de la contaminación por ácido de las minas.

Un proyecto de excelencia financiado desde la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, coordinado por investigadores de la línea de Ecología Microbiana y Biogeoquímica de la Universidad de Cádiz y en el que participan cinco instituciones, se ha fijado en este lugar como un laboratorio, en el que estudian desde hace un año, hasta convertirlo en una importante referencia científica.

El embalse fue construido en 1962 y comenzó a acidificarse al recibir el aporte de aguas contaminadas con drenaje de ácido de minas procedentes del río Meca, que tienen un pH muy bajo y una elevada carga de metales. Este proceso se inició en 1999 cuando la mina de Tharsis cerró y sus aguas dejaron de depurarse.

A lo largo de estos años sus aguas se han deteriorado de forma progresiva, hasta el punto de que actualmente sólo se emplean como refrigeración en una papelera y, aun así, con serios problemas de corrosión.

El proceso de contaminación ha transformado la comunidad biológica original del embalse y ya no existen peces ni prácticamente ningún tipo de macroorganismo, porque sólo pueden subsistir especies microbianas capaces de resistir condiciones extremas de bajo pH y elevadas concentraciones de metales en disolución.

Los científicos de la UCA creen que este estudio será "fundamental" para establecer una estrategia de evaluación y prevención de este tipo de contaminación.

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