ayuda humanitaria

Los bomberos regresan de Guatemala tras formar a grupos de voluntarios locales

  • Los efectivos de la delegación permanente mantienen las labores tras la erupción del volcán

Los bomberos de la ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF), desplazados a Guatemala para ayudar a los afectados tras la erupción del volcán Fuego, misión con la que ha colaborado la Diputación de Huelva, comparecieron ayer ante los medios de comunicación junto a la diputada de Cooperación, María Eugenia Limón, tras haber concluido su misión de ayuda humanitaria en las zonas siniestradas. Según informaron los efectivos onubenses que han formado parte de la delegación, en estos momentos continúan trabajando los efectivos de la delegación permanente así como los grupos de voluntarios o "brigadas", que han sido reclutados entre la población local para que se encarguen de mantener las normas higiénico sanitarias y evitar así posibles brotes de enfermedades infecciosas entre la población que reside en los albergues y campamentos de emergencia.

Según explicó la técnico sanitaria Esther Romero, las condiciones de estos albergues conllevan riesgos para la salud si no se mantiene un seguimiento de las normas de conducta, en cuanto a la manipulación del agua y alimentos, así como el control de los residuos o la limpieza de letrinas, entre otras.

"La tarea de encontrar y formar a voluntarios que han pasado por una situación de desolación tan traumática (pérdida de familiares, vecinos, amigos, hogar) no ha sido fácil, pero la rapidez en la respuesta ante el incidente ha sido fundamental para cumplir con los objetivos", aseguró Romero.

En este mismo sentido se expresó el bombero Jesús Olmos, que destacó la importancia de contar con agua potable y desinfectada desde el primer momento, gracias a la potabilizadora trasladada desde Huelva, que ha evitado las patologías derivadas del uso de agua sin tratamiento. La cantidad de agua potabilizada ha oscilado entre los 25.000 y los 35.000 litros diarios.

Otro de los efectivos desplazados a Guatemala, Adolfo Balongo, explicó que la situación provocada por las lluvias torrenciales que se han producido tras la erupción del volcán "ha hecho prácticamente imposible las labores de rescate (calculan entre 200 y 300 personas) que han quedado sepultadas bajo las cenizas, una población prácticamente arrasada".

El presidente de BUSF, Antonio Nogales, agradeció la ayuda ofrecida desde la Diputación de Huelva, "sin la que habría sido imposible llegar a tiempo y desplegar nuestra labor humanitaria sobre el terreno".

Según la vicepresidenta de la Diputación, María Eugenia Limón, "tan pronto como nos solicitaron la ayuda pusimos en marcha nuestro plan para emergencias a través del área de Cooperación Internacional y se ha destinado una partida de 9.000 euros para financiar los gastos de esta misión humanitaria". La erupción del volcán se produjo el pasado 3 de junio.

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