El centro de salud de Almonte organiza talleres de masaje del bebé, una iniciativa que tiene como objetivos reforzar los lazos de unión y favorecer la creación del vínculo afectivo entre los recién nacidos y sus madres y padres, repercutiendo positivamente en la familia.
Esta actividad se encuentra impartida por la matrona y la fisioterapeuta del centro. Su celebración forma parte de las sesiones de educación maternal que reciben las mujeres embarazadas y sus parejas con vistas a prepararlas para el proceso de alumbramiento y posterior cuidado del bebé, dentro del Programa de Atención al Embarazo, Parto y Puerperio que llevan a cabo los centros de salud.
El masaje es la génesis del amor y una muestra de cómo la ciencia y las relaciones humanas pueden ir de la mano. A través de esta práctica se persigue concienciar también a los progenitores de la importancia que tiene el contacto ‘piel con piel’ en el bebé, para el que es una necesidad fundamental, además de aportar una gran satisfacción a todos los participantes.
Numerosos estudios avalan la necesidad y múltiples beneficios del masaje infantil. En el caso del bebé, facilita la interacción con su medio y la estimulación, alivia síntomas menores frecuentes en estas edades y es un elemento de relajación. Junto a ello, propicia la ganancia de peso, un mejor desarrollo neurosensorial, periodos de alerta prolongados, aumento del tono vagal y de la motilidad gástrica y efectos analgésicos.
Mientras que para las madres y padres, ayuda a observar y comprender mejor a su hijo, estimula la lactancia materna y disminuye los riesgos de depresión posparto, entre otras ventajas.
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