el rompido

Solidaridad en la lucha contra el párkinson

  • Antonio Burgos Ramos dona 6.275 euros conseguidos por la venta de un libro autobiográfico para la investigación científica de una enfermedad que él padece

Antonio Burgos Ramos, con un ejemplar de su libro.

Antonio Burgos Ramos, con un ejemplar de su libro. / j. landero

Dos científicos de la fundación dedicada a la investigación HM Hospitales, con sede en Madrid, podrán seguir profundizando y estudiando acerca del párkinson gracias a la solidaridad de un vecino de El Rompido, Antonio Burgos Ramos (64 años), afectado por dicha enfermedad que ha donado los 6.275 euros que ha logrado reunir a lo largo de los dos últimos años por la venta de su obra autobiográfica El Rompido que viví.

Se trata de un libro escrito en primera persona en el que el autor narra sus vivencias y anécdotas de toda una vida ligada a la mar en el pueblo de pescadores de El Rompido, guiado solo por sus sentimientos y empujado por las personas a las que tiene más cerca y por su solidaridad con los enfermos de párkinson.

Esta iniciativa nació hace ahora dos años, cuando Burgos, que padece dicha enfermedad, decidió por primera vez en su vida sentarse ante unas páginas en blanco para iniciar con "sencillez, entusiasmo, sentimiento y solidaridad" y sin ninguna experiencia previa, su primera "aventura literaria", cuya recaudación tuvo claro desde el principio que dedicaría a la investigación del párkinson.

Así lo ha señalado a Huelva Información el propio autor, quien no ha ocultado su "enorme satisfacción" porque una vez realizada formalmente el pasado 12 de septiembre la transferencia de su donación a dicha fundación, ha visto cómo "se ha hecho realidad el sueño que me ha perseguido desde que se me ocurrió la idea en el año 2016".

Con el objetivo de ampliar los compradores potenciales de su obra, y "siempre con el mismo fin benéfico", apenas cinco meses después de ver la luz El Rompido que Viví, Antonio Burgos se aventuró a traducirlo al inglés, una labor que llevó a cabo una ciudadana británica afincada en El Rompido, Jane Nic Eamoine, y que le permitió aumentar las ventas de la publicación dada la gran cantidad de turistas extranjeros procedentes de distintos países de Europa que cada año visitan este rincón del litoral onubense.

Sobre el libro, que seguirá a la venta a partir de ahora con la misma finalidad, Antonio Burgos ha precisado que el lector habrá momentos en que "se reirá", y otros en los que "hasta llorará de emoción", pero sobre todo le permitirá saber cómo era El Rompido durante su niñez, así como conocer sus tradiciones ligadas a la mar, sus gentes, su familia marinera y su evolución a lo largo de los últimos 60 años, en los que dicho enclave ha reconvertido su actividad de la pesca al turismo, pero sin perder su esencia marinera.

El mismo autor, también reconvertido en lo personal de la pesca en alta mar al cultivo de especies marinas mediante la acuicultura, es el primero en reconocer que el principal atractivo de este libro no está en sus dotes literarias, sino en el sentimiento que ha puesto en cada una de las palabras y frases escritas de su puño y letra "desde el corazón" y con la única intención de poner de relieve su "sabiduría natural" mediante la narración de su "propia vida".

Antonio Burgos ha señalado por otra parte que El Rompido que viví es un homenaje a su padre, Antonio Calentura, a su madre, Fernanda, a su mujer, Mari, y a una "gran amiga de la infancia" ya desaparecida, Elena Ugarte, que según él fue "la verdadera inspiradora e impulsora de esta humilde obra". También hace extensiva su dedicatoria "a todas las gentes de El Rompido que han pasado ante el espejo de mi vida, los que aún están, y los que ya se han ido".

El Rompido que viví consta de una quincena de capítulos repartidos en 127 páginas, tratándose de una sencilla y fresca obra en la que Burgos describe la infinidad de anécdotas e historias que conoce de su pueblo y sus gentes, con un estilo fácil y ameno de leer. A lo largo de los quince capítulos cuenta historias, por ejemplo, de su nacimiento, su infancia, su servicio militar, su vida en la mar, su familia, su primo Ofi, anécdotas y ocurrencias de su padre, el verano en El Rompido o las gentes de dicho enclave.

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