La exigua población de linces existentes actualmente en el Espacio Natural de Doñana, compuesta por unos setenta ejemplares, se volverá a reforzar este otoño con ejemplares silvestres capturados en Sierra Morena, según informó el director de Gestión del Medio Natural de la Consejería andaluza de Medio Ambiente, Javier Madrid.

Este reforzamiento, que se realizará en las próximas semanas en cercados de aclimatación una vez que comience el periodo de celo de este felino, será el tercero que se desarrollará en Doñana tras los de los linces Baya y Caribú, dos machos de Sierra Morena liberados a final de 2007 y 2008, respectivamente, informa Efe.

Aunque se está a la espera del resultado de la cuarentena a la que se ha sometido a varios linces capturados en Sierra Morena para determinar cuál o cuáles se soltarán en el espacio de Doñana, de momento sí se ha decidido que serán liberados en el cercado de aclimatación existente en la zona de Coto del Rey, en el norte de este espacio protegido.

En este cercado de Coto del Rey, cuya población de lince perdió una decena de ejemplares a final de la pasada década tras un brote de leucemia felina, se liberó el 25 de noviembre de 2007 a Baya, un macho que ha logrado reproducirse en varias camadas consecutivas.

El segundo reforzamiento de la población de linces de Doñana con ejemplares de Sierra Morena se realizó el 25 de noviembre de 2008 con el traslado de Caribú, a un cercado construido junto a la laguna de Santa Olalla, en el corazón de este espacio protegido.

Caribú fue expulsado de esta zona por machos más veteranos y huyó en dos ocasiones desde Doñana al norte de la provincia de Huelva y llegó a adentrarse en Portugal.

Este lince no logró reproducirse y fue hallado muerto el pasado 18 de septiembre en Lucerna del Puerto, en las cercanías del Espacio Natural de Doñana.

La liberación de linces de Sierra Morena aumenta la escasa variabilidad genética de la población de Doñana, muy expuesta a enfermedades por su elevada consanguinidad.

Los linces liberados, hasta ahora sendos machos, permanecen un tiempo en cercados de aclimatación, dotados de cámaras de televisión que facilitan el seguimiento de estos ejemplares.

Cuando estos linces interactúan con hembras se les abre el vallado para que se relacionen libremente con los ejemplares de la zona.