Gentes de aquí y de allá

Juana Salas Murillo: Buena cirujana y buena persona

  • Fue una de las pioneras en el servicio de Cirugía del hospital Juan Ramón Jiménez de la capital onubense

Juana Salas Murillo.

Juana Salas Murillo. / M. G. (Huelva)

A Juana la conocí en un evento familiar y desde ese primer momento me caló profundamente su personalidad y me llegó al alma su carácter de buena persona, que se le ve en la cara. Y a todo esto, sin saber lo que después se iba a forjar entre nosotros, una gran amistad. Primero fue una operación en el hospital Juan Ramón Jiménez de mi hijo Fernando y, a decir verdad, resultó de maravilla, dicho por todos los entendidos que supieron como lo había hecho.

Al poco tiempo, estando yo en la UCI del mismo hospital recibí su visita. Vino a verme en el mismo momento en que se me estaba repitiendo aquel infarto maldito. Menos mal que los médicos de aquella dependencia me trataron adecuadamente y mientras, Juana me cogió de la mano y no me la soltó hasta que no se pasó aquel mal rato. Aquella muestra de cariño en aquel momento no se me olvidará nunca, lo tengo grabado en mi corazón como algo muy especial.

Siempre me llamó la atención las pocas mujeres médicas, al menos en mi juventud, que habían elegido la especialidad de cirugía. Conocí a grandes cirujanos de Huelva, padres de amigos o amigos de mis padres, pero no recuerdo a ninguna mujer. Ahora hay bastantes ya, pero sin duda Juana Salas y Jacinta Rodríguez, de quien escribí el otro día y que es una gran amiga también, están entre las mejores. Ellas dos deben ser pioneras de su época y no hace mucho tiempo, porque aún son jóvenes. Quiero decir que hoy hay muchas chicas jóvenes con esa especialidad.

Juana Salas nació en el bonito pueblo de Jaraicejo, en la provincia de Cáceres. Es una localidad pequeñita que no alcanza ni los 500 habitantes. En su iglesia reposaron los restos de la reina Isabel la Católica cuando la llevaban a Granada en el año 1504.

Juana nació en 1963 y desde pequeña se sentía atraída por la medicina, sería porque su madre trabajaba en un hospital. Por cierto, que siente adoración por sus padres y por su hermano Alfredo, que es profesor en Fuenlabrada. Una vez terminado el bachiller, allí mismo en la Universidad de Extremadura, decidió estudiar la carrera de Medicina. Al terminar se vino a Huelva a hacer el MIR y, como obtuvo buena puntuación y además le gustaba mucho la cirugía, eligió esa especialidad por suerte para los onubenses. Aunque estuvo en duda sobre si quedarse en Huelva o irse a Málaga, al final nosotros fuimos los afortunados con su decisión. Hizo los años de residencia de cirugía en el hospital Manuel Lois junto a doctores de la talla de Francisco Sánchez o de Carranza y otros de la época, aunque ella cuenta que no fueron tiempos fáciles pues la profesión de cirugía era muy de hombres en aquellos tiempos. Ella participaba en todas las intervenciones, pero al principio de forma casi como una alumna, esperando que la dejaran participar activamente hasta que poco a poco se fue ganando la confianza de sus maestros, que al fin se dieron cuenta de la estupenda y magnífica profesional que tenían al lado. No fue fácil y pasó muy amargos ratos hasta que se consolidó como una gran cirujana ya en el hospital Juan Ramón Jiménez.

Juana Salas Murillo. Juana Salas Murillo.

Juana Salas Murillo. / M. G. (Huelva)

Se casó con Sergio Ronchel y ella quiso que la boda fuese ante la Virgen de Guadalupe, de la que todos los extremeños son tan devotos. Pero antes debía cumplir con sus compañeros, porque se había comprometido con ellos a viajar a Guatemala para operar a gente sin recursos. Y al volver, como ya tenían fijada la fecha de la boda para el último sábado de noviembre, pues se postraron ante el altar. Pronto nacieron sus hijos Carolina y Sergio. A ninguno de los dos les dio por estudiar medicina, pero ambos triunfan con el deporte que nos dejaron los ingleses además del fútbol, el golf, que practican desde pequeños y pertenecen a la Real Federación Española de Golf. Además, los dos han estudiado en Estados Unidos, becados por ser deportistas de alto rendimiento. Sergio ha competido en muchos trofeos americanos, demostrando siempre un gran nivel, ganando muchos trofeos, obteniendo muchos récords y siendo en muchas ocasiones el mejor de todos los participantes. Y su hermana tampoco se queda atrás, siendo también una jugadora magnífica.

Muy orgullosos tienen que estar los padres de Juana, Alfredo y Carolina, con su hija por ser una cirujana de gran categoría humana y profesional. Y también con sus nietos por ser deportistas de élite, buenos hijos y estupendos estudiantes. 

De vez en cuando se acercan a Huelva para visitar y pasar unos días junto a su hija, yerno y nietos cuando coinciden todos y Juana los lleva a conocer lugares de nuestra provincia, tan rica y con tanto encanto. Pero sin duda a sus padres lo que más les gusta, viniendo de tierras de conquistadores como Francisco Pizarro, que nació en el pueblo cercano de Trujillo, es visitar La Rábida, Palos de la Frontera y Moguer, tierra también de marineros y conquistadores. De hecho, en la foto que ilustran estas letras se les ve a los tres visitando el Muelle de Carabelas en la orilla rabideña.

Juana Salas Murillo, aunque sabe operar de todo y yo doy fe de ello, está adscrita en la actualidad al servicio de operaciones de mama, igual que su compañera, mi también amiga Jacinta Rodríguez y otro eminente cirujano de Punta Umbría, Diego Ladrero, hermano de mi gran amigo Antonio, de quien escribí hace unas semanas.

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