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5 consecuencias de vivir en una casa desordenada

5 consecuencias de vivir en una casa desordenada

5 consecuencias de vivir en una casa desordenada

El trabajo, los estudios, las obligaciones paternales, los compromisos personales...la vida del siglo XXI está repleta de andanzas que te llevan de un lado a otro sin tiempo apenas para detenerte y priorizar necesidades. Por eso en ocasiones encontramos en el hogar ese sitio perfecto para frenar y poner orden. Sin embargo, decía Sir Terry Pratchett que "el caos siempre derrota al orden porque está mejor organizado" y caer en la procrastinación respecto a las tareas del hogar es una tentación demasiado recurrente que termina instalándonos en círculos viciosos de los que es difícil salir. Porque una limpieza efectiva no sólo ayuda a mantener un ambiente saludable, sino que también crea un espacio acogedor y agradable para vivir. Estas son 5 consecuencias de vivir en una casa desordenada.

1. Frustración y estrés

Si deseamos ponernos en marcha y arreglar el desorden que tenemos en habitaciones o limpiar la suciedad del baño y cocina, pero realmente nuestro cuerpo no da para más del cansancio que acumulamos, lo normal es que nos invada un intenso sentimiento de frustración y culpa que derive en estrés y pueda dañar nuestra la salud mental.

2. Discusiones en el hogar

Si, por el contrario, es algún miembro de la casa (compañero de piso o pareja) el que de forma voluntaria no tiene el más mínimo interés en ayudar a la hora de tener llevar a cabo esos consejos prácticos para tener un hogar impecable lo que se van a generar son incómodas discusiones que cada vez serán más frecuentes y erosionan la convivencia.

3. Estado de mal humor generalizado

Una vez que te encuentras instalado en el desorden, bien por decisión propia bien por imposibilidad de acometer esos cuidados necesarios del hogar, es muy habitual que se genere un estado de mal humor generalizado, puntual o permanente porque emocionalmente no es agradable permanecer en un entorno sucio e desestructurado.

4. Falta de concentración

La paradoja de todo esto es que desde el punto de vista conductual uno de los aspectos a los que más afecta el desorden es a la falta de concentración, que te bloquea y te impide ponerte en marcha para arreglar el mismo desorden que te está afectando. Sin duda alguna lo más conveniente es detenerse y arreglar todo lo que nos perturbe antes de intentar seguir una rutina que seguirá viciada. 

5. Falta de higiene

Por último, y quizás lo más importante, la principal consecuencia de vivir en una casa desordenada es que estamos expuestos a la suciedad y las infecciones. El orden y la limpieza juega un papel crucial en la prevención de enfermedades, la eliminación de gérmenes y bacterias, y la creación de un entorno seguro y acogedor.

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