Tribuna

Juan Ramón medina precioso

Siete apuntes sobre las elecciones vascas

No ha habido máquina más eficaz de exprimir al erario español que el PNV. Unos asesinaban; los otros, imponían trasferencias de renta desde el resto de España a las provincias vascas

Siete apuntes sobre las elecciones vascas

Siete apuntes sobre las elecciones vascas / rOSELL

Para los partidarios de la igualdad entre los españoles, entre los que me cuento, el resultado de las elecciones en las provincias vascas ha sido, sin paliativos, catastrófico. En este breve solo quiero exponer siete opiniones que difieren de la mayoritaria entre los analistas.

Primero: los socialistas serán decisivos para formar gobierno. Discrepo: los socialistas vascos (PSE) tienen 12 diputados por 27 del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y otros tantos de Reunirse (Bildu). Estando la mayoría absoluta en 38 diputados, es obvio que los separatistas podrían gobernar sin los socialistas, pues suman 54 diputados. Así que no son los socialistas los que han decidido que gobierne el PNV, sino el PNV el que ha decidido pactar con los socialistas. Las provincias vascas están en manos de los separatistas, como también lo está el gobierno español.

Segundo: el ascenso de Reunirse se debe a que los socialistas y los comunistas lo han blanqueado. Discrepo: ese blanqueamiento se ha producido, pero es irrelevante. Ciertamente, los socialistas pactaron de Reunirse en Navarra y le concedieron la alcaldía de Pamplona, pero su ascenso se debe a que muchos vascos no saben que ETA fue una banda terrorista y, peor aún, a muchos de lo que lo saben, no les importa. Les doy un dato: cerca del 90% de los vascos nunca se manifestaron contra ETA, ni siquiera en su etapa más cruenta.

Tercero: cada vez hay menos separatistas en las provincias vascas. Discrepo: tanto Reunirse como el PNV son partidos separatistas. Estamos hablando de gentes que, en la Guerra Civil, abandonaron el frente de Santander porque, según dijeron, eran equidistantes entre el bando republicano y el nacional. Según el diputado separatista Anasagasti, no merecía la pena que muriesen soldados vascos luchando contra los franquistas porque, de todos modos, tampoco la república les daba la independencia.

Cuatro: cabe la esperanza de que bastantes de los que han votado al PNV en estas elecciones voten al PP en las europeas y en las españolas. Discrepo: los dirigentes del PP deberían preguntarse por qué algunos ciudadanos dudarían entre votar al PNV o al PP. Eso indica que, a su juicio, no son partidos tan diferentes, impresión que se refuerza por el hecho de que Feijóo se apresurase a felicitar a Pradales, el separatista de los ocho apellidos castellanos. ¿Es pura cortesía o un ilusorio afán de granjearse la simpatía de los del PNV?

Quinto: hay unos separatistas buenos, los del PNV, y otros malos, los de Reunirse. Discrepo: los malos agitaban el árbol y los buenos recogían las nueces. Compartían el ideal separatista antiespañol, excepto que unos eran conservadores y los otros comunistas. No ha habido máquina más eficaz de exprimir al erario español que el PNV. Unos asesinaban y extorsionaban; los otros, imponían trasferencias de renta desde el resto de España a las provincias vascas y desmantelaban las estructuras del Estado en dichas provincias.

Sexto: el PP es una máquina de fabricar separatistas. Discrepo: los separatistas exageran sus posiciones cuando, cosa infrecuente, el gobierno español les niega algún privilegio adicional. Eso es lo que pasó cuando Rajoy les negó la soberanía fiscal a los separatistas catalanes. El único modo de que no armen ruido es darles lo que piden. Y eso está haciendo Sánchez para que le permitan presidir el gobierno. No es que los otros fabriquen chantajistas; es que los chantajistas hacen menos ruido mientras las víctimas (o sus simbiontes) les vayan satisfaciendo sus exigencias. Y aun así, nunca hubo tantos diputados vascos separatistas (54) como ahora, cuando gobierna Sánchez. No es que haya menos; es que están más contentos porque sacan más ventajas.

Siete: el mejor modo de disolver el movimiento separatista es apostar por la plurinacionalidad. Discrepo: eso es lo que han hecho Sumar y Podemos, pero ¿qué han logrado? Están fuera del parlamento gallego y solo les queda un diputado, del PCE, en el parlamento vasco. Puestos a elegir entre partidos separatistas y plurinacionalistas, muchos eligen lo primero. Es lo más racional. Conclusión: es un serio problema que la defensa de la igualdad entre los ciudadanos de las diversas regiones españolas haya quedado reducida a partidos de centro o de derecha, como el PP y Vox. Quizás Izquierda Española, un partido socialista, logre difuminar esa letal asimetría. Veremos.

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