El Ayuntamiento de Huelva anunció ayer la puesta en marcha de una campaña para poner freno a los comportamientos incívicos que contribuyen a denigrar la imagen de la ciudad. El concejal de Infraestructuras y Servicios Públicos, Luis Albillo, y el de Seguridad y Tráfico, Enrique Gaviño, comparecieron para exponer el grave problema que vive la ciudad debido a la falta de conciencia ciudadana de algunos onubenses. La masiva presencia de residuos voluminosos en la calle y, sobre todo, la desagradable vista de excrementos y orines animales han colmado la paciencia del equipo de gobierno, que se ha decidido a aplicar mano dura contra quienes son incapaces de convivir desde el respeto con sus semejantes. Ambos ediles anunciaron, en primer lugar, un incremento en 465.000 euros de la partida destinadas a limpieza viaria y recogida de residuos hasta alcanzar los 7,8 millones de euros en 2019. En segundo lugar, señalaron que la Policía Local va a reforzar sus operativos de vigilancia con un equipo específico que trabajará de paisano para poner coto a las prácticas que ensucian la ciudad y abochornan a los onubenses. Todo ello, de la mano de un incremento de la cuantía de las sanciones para quienes abandonen sus muebles en la calle o sean incapaces de recoger los orines y excrementos de sus mascotas. Quienes así actúen deberán abonar 500 euros de multa. Consideramos que la decisión del Ayuntamiento es de todo punto acertada, pues no puede ser que una minoría estropee la ciudad sin ningún tipo de consecuencia. Es inconcebible que tengamos que asistir impotentes a la degradación de la vía pública porque algunos dueños de los perros carezcan de las mínimas nociones de civismo y educación. Igual que nadie permite en su casa que sus animales defequen o miccionen en los pasillos hemos de exigir que cuando las mascotas salen de paseo sus dueños se responsabilicen de dejar la calle en el mismo estado en el que la encontraron. Igual que se recogen los excrementos con una bolsa se puede llevar una botella con un líquido desinfectante en la mano para los orines. En una sociedad evolucionada es una lástima tener que optar por medidas coercitivas para imponer las normas básicas de educación, pero está visto que hay quien no conoce otra forma para modelar su comportamiento que el castigo y la sanción. Es deber de todos mantener una ciudad como Huelva en el mejor estado posible, tanto como dar la señal de alarma cuando se observen actitudes incívicas y poco respetuosas, no ya con el medio ambiente, sino con el vecino de al lado.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios