Es cierto que los crustáceos son la principal seña de identidad del mar onubense, pero ayer mismo, en uno de los puestos del Mercado Central, uno de los orgullosos vendedores, nos regalaba con este otro manjar, una corvina de proporciones más que considerables. Cuesta resistirse a semejantes tesoros gastronómicos y, desde luego, en Huelva los tenemos tan grandes como semejante espécimen. Anímense a llevarse a la mesa un bocado del mejor mar que tenemos tan cerca.
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