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Los afanes
No he conocido en España a ningún buen político, pero también he de indicar que tampoco he conocido a ningún político bueno. Y son cuestiones diferentes. Pensaba que la nefasta gestión de Zapatero no iba a ser superada por nadie, pero me equivoqué, debo reconocerlo, estaba completamente equivocado. Pedro Sánchez ni es buen político ni es un político bueno, más bien nos está demostrando día tras día que es un indeseable. Es peligroso para España, pero también es muy peligroso para los ciudadanos que vivimos en este país.
Si a ello le sumamos que la vicepresidenta nuestro Gobierno, la señora Carmen Calvo, es nefasta y mentirosa, nos encontramos con un sinsentido absoluto. Pero no todo el mal está en el PSOE, no hay partido que se libre. Fíjense, tenemos políticos sin estudios, otros que falsifican sus estudios, otros que añaden títulos fantasmas para engrosar su currículum, y algunos que tienen estudios, pero no poseen sentido común, ven en Maduro el ejemplo de democracia y buen gobierno.
Y además, tenemos en España a un tal Echenique que es argentino y se atreve a pontificar. Expone sus opiniones con un tono tan dogmático que me recuerda a los presocráticos (con todas mis alabanzas a los presocráticos, claro está). Pontificar en política, y en estos tiempos, es de necios, de indeseables, de mentirosos. Y así la mentira, ese recurso falso, nunca debería viajar de la mano de nuestros representantes políticos, sería una contradicción, pero ocurre, y ocurre abierta y reiteradamente. La mentira se ha convertido en dogma, y el dogma en principio. Y así nos va, y así nos irá, que es mucho peor.
En Andalucía, donde se acercan pronto las elecciones, no tenemos candidatos fiables. Los que quieren acabar con la eterna corruptela socialista no encuentran en Juanma Moreno una alternativa, ese señor no sirve y no se quieren enterar, porque Casado tampoco vale. De Ciudadanos y de Podemos mejor no hablar en lo relativo a esta comunidad.
Invito a los españoles, a todos aquellos que dispongan de un mínimo sentido común, a acudir al juzgado de guardia a denunciar a nuestros políticos. Nos están mintiendo, nos están engañando, y están realizando acciones indeseables. Y los perjudicados somos nosotros, los ciudadanos españoles, que no nos merecemos políticos de esta índole, seres que no son ni buenos políticos, ni políticos buenos. No podemos dar prestigio a la mentira, hay que denunciar a nuestros políticos. España saldrá ganando.
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