E NTRE las circunstancias que rodean el nuevo conflicto que se abre en el sector de la industria con la posible pérdida de cientos de empleos, una de las más curiosas es la disparidad de criterios entre las instituciones empresariales.

El presidente de la FOE, Antonio Ponce, aseguraba ayer que no había crisis en la avenida Montenegro, que no se iba a producir ningún efecto dominó entre las empresas afectadas por el caso Fertiberia y que sí existe seguridad jurídica para garantizar el futuro del sector.

Es decir, todo lo contrario a lo que un día antes aseguraba el presidente de la AIQB, Gerardo Rojas, que además de advertir del efecto dominó, aludía a los centenares de puestos de trabajo que se van a perder y de nuevo a la inseguridad jurídica en la que, a su entender, se encuentran las empresas de la avenida Montenegro.

Antonio Ponce, posiblemente bajo la influencia de su encuentro con el alcalde, adoptaba la misma actitud que se observa en Zapatero cuando se le pregunta si hay crisis o si la economía va mal. Y en cualquier caso, es evidente una falta de sintonía entre el máximo responsable de la Federación Onubense de Empresarios y el presidente de la principal sectorial de esta organización.

No es la primera vez que esto se produce. En los preparativos de la manifestación del 19-F también se han dado desacuerdos entre ambas patas de la patronal onubense, como en su día los hubo cuando se firmó el documento para garantizar esa seguridad jurídica en la avenida Montenegro. Y haya crisis o no la haya, lo que parece evidente es que no hay criterios comunes.