La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El planeta de los simios

Se le puede dar la vuelta a la famosa frase de Churchill: nunca tan pocos hicieron tanto daño a tantos

En uno de los finales más famosos de la historia del cine, Heston, al toparse con la estatua de la Libertad medio enterrada en la playa, descubría con horror que el planeta de los simios era el suyo, es decir, el nuestro. No hace falta tanto rodeo viajando por el espacio y el tiempo para constatar lo mismo: este es un planeta de simios. Y no me refiero despectivamente a los primates ni por supuesto a los sabios simios Zaius, Cira y Cornelius de la película, sino a los niñatos y niñatas, gamberros y gamberras, que celebran macrofiestas ilegales como las de Marsella, Reims, Aravaca (Madrid) o Llinars del Vallés (Barcelona).

Si ven el vídeo del espécimen hembra que se enfrenta a la Policía a pechos descubiertos durante el desalojo de la fiesta rave de Barcelona comprenderán que si algún día esta gente fuera mayoría, de la arena no emergería ni la punta de la antorcha de la estatua de la Libertad. En versiones más modestas, pero no menos dañinas según su escala, se sitúan la fiesta de La Puebla de Cazalla o el medio centenar de botellonas denunciadas en Sevilla que demuestran un grado ínfimo de inteligencia, responsabilidad y solidaridad. Y no sólo se trata de fiestas sino de otros comportamientos tan incomprensibles como el funeral celebrado en una mezquita de Tarragona que ha reunido a 700 personas que no respetaban ninguna medida de seguridad.

Que esto suceda en puertas de la tercera ola, en una Europa en la que Reino Unido y Alemania baten récords de contagios y muertes, en la que Francia, Italia y Grecia vuelven a imponer confinamientos estrictos, y en una España en la que Sanidad notificó en noviembre 9.200 muertes -el mes con más fallecidos desde abril-, Madrid confina a 500.000 ciudadanos, Baleares, Extremadura o Cataluña sufren un ascenso de contagios, en Andalucía se rozan ya los mil hospitalizados y hay 214 ingresados en la UCI mientras en Sevilla se duplican los contagios en un día, hace que estos comportamientos sean delictivos, además de estúpidos e insolidarios. El presidente del Colegio de Médicos de Barcelona lo ha dicho claro: "El equilibrio entre salud y economía se está resquebrajando… Si fuera por los profesionales sanitarios, hace semanas que estaríamos en un confinamiento más estricto". Más que nunca todos dependemos de todos. Se le puede dar la vuelta a la famosa frase de Churchill: nunca tan pocos hicieron tanto daño a tantos.

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