No está pasando

No han muerto 38 mujeres este año. En absoluto. Por eso, Josefa, de 76 años, sigue viva, porque su marido no la acuchilló tras una discusión. Tampoco murió estrangulada Carolina, de 48 años y madre de una hija. También es falso que Marta acabase en el maletero de su pareja. María del Rocío no fue golpeada brutalmente por su ex-pareja, en ningún caso eso pudo ocurrir. Estos agresores en absoluto consideraban a la pareja un objeto de su propiedad. La realidad no es lo que parece. Las mujeres muertas no lo son.

Pilar Amaya no murió a golpes en un descampado de Marbella. Y como no murió no pudo ser su pareja la que la golpease. La autopsia que le hicieron a Maritza debía estar falseada, porque confirmaba “decenas de puñaladas” en el cuerpo. Pero su marido, en modo alguno, pudo ser el causante. Tiene que existir otra explicación.

A martillazos dicen que mataron a Zunilda, de 43 años en Málaga. Su pareja, por más que todo apunte a ello, no pudo ser el culpable de esa barbarie. Alejandra Villegas no puede ser la víctima 17 por violencia de género de 2025. Porque esos registros son tendenciosos y politizados. Así que ella y su hijo, de 2 años, deben seguir vivos. No puede ser que haya muerto por el simple hecho de ser mujer.

Mercedes no recibió varias puñaladas en el estómago a manos de su pareja. Otra cosa debió de ocurrir. Suponemos que sigue viva. Porque no podemos admitir que Mercedes sea la víctima 1.320 en este país. Es preferible negarlo todo. Es preferible inventar cualquier excusa, decir que hay hombres que mueren en manos de sus mujeres, lo que sea. Antonio no clavó una tijera en el cuello a Ginesa en el garaje de su domicilio. Lo que nos han contado ocurrió de otra forma: seguro.

Cientos de miles de mujeres han salido estos días engañadas a las calles. Denunciando cosas que no han ocurrido. Gritando consignas. Leyendo nombres de mujeres que aún siguen vivas, porque todo esto de la Violencia de Género es un invento gigantesco de las feminazis. Como lo de la redondez de la tierra.