
Caleidoscopio
Vicente Quiroga
“Clásicos”
Por montera
Compungido, shakespeariano, al borde de la lágrima, Pedro Sánchez regresa de un verano anticipado para escenificar su disgusto con la corrupción. Aparece sobre las tablas del teatro un hombre decepcionado, del mismo modo que cuando se tomó aquellos días de reflexión sacó a relucir su condición enamorada. Pero la cara, el espejo del alma, la cara de Sánchez. Un rostro maquillado por un enemigo, por un tanatopractor que no ha hecho más que darle la puntilla. Míster Colorete. La cara de Sánchez no la hemos visto nunca, porque en él, todo es simulación. El jueves actuó con la careta del hombre dolido, como otras veces, sorprendido en flagrante mentira, lo hizo con la del sofista que sonríe y da una pirueta verbal para argüir que no incurre en el hecho de mentir, sino que tan sólo cambia de opinión. Si la política fuese una serie, gran parte del presupuesto actual se estaría yendo a preparar los disfraces de Sánchez, innumerables, todos ellos artilugio de ocultación. No conocemos su semblante. Es probable que le mienta incluso al espejo, que debe de llevar años intentando dar la medida exacta de un reflejo que no alcanza, inaprensible. El aún presidente, tan dado a las ceremonias de entrega de los Goya, ha de contar con algún consejero conocedor del teatro clásico, en el que las máscaras de los personajes dotaban a estos de su carácter. De ahí el vocablo personare, del que proviene personalidad y que significa, precisamente, máscara. Sánchez no tiene dos, una para la comedia y otra para la tragedia, sino múltiples, todas las que hagan falta. No ha comparecido bajo los focos con la cara sincera del arrepentido que hace acto de contrición, sino bajo una base de mate, contouring y corrector de ojeras. Con una máscara. Una máscara que delata la carencia absoluta de sinceridad. Si quieren ayuda, que la pidan, dijo de los valencianos, tras uno de sus más crueles antifaces. Pero cada archivo de audio que sale rasga su rostro con un arañazo más, y van faltando artistas venecianos con nuevos diseños que oculten el rostro avejentado por los muchos pecados de Dorian Gray. ¿Qué máscara tendrán preparada los creadores de esta serie en caso de que Sánchez abandone la Moncloa con las esposas puestas y flanqueado por dos miembros de la Guardia Civil?
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