Surcos nuevos

Jaime De Vicente Núñez

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Los laboratorios que trabajan en el descubrimiento de nuevos fármacos proporcionan constantemente avances en la lucha contra las enfermedades. La semana pasada, los medios transmitían una noticia esperanzadora. En Estados Unidos se ha descubierto una vacuna que ha mostrado su eficacia contra el ébola. Superadas las fases iniciales de la investigación, próximamente se empezará a distribuir de forma masiva en Liberia, uno de los países donde la enfermedad está causando más estragos. Me gusta.

La hepatitis, una enfermedad que en alguna de sus modalidades crónicas conduce con frecuencia a un deterioro irreversible del organismo y a la muerte de los pacientes, puede ser tratada con un medicamento, cuyo inconveniente es su elevadísimo precio, que lo hace inasequible en la mayor parte de los casos. A pesar de que la Sanidad española ha alcanzado un acuerdo con la industria farmacéutica, que rebaja el coste del tratamiento, el acceso al mismo es enormemente dificultoso y muchos enfermos que podrían salvarse siguen muriendo. No me gusta.

Un programa de televisión, en colaboración con un centro de estancia de animales, busca personas que quieran acoger a perros necesitados de un dueño. Cuando lo sintonicé, estaban entregando una preciosa perra negra, de dulce mirada, a una chica emocionada. Lo singular es que la perra andaba con sus patas traseras recogidas, supliéndose su función motora por medio de un artilugio provisto de ruedas. La presentadora del programa explicó que, al exponer su caso en el programa anterior, se produjeron 120 solicitudes de adopción. Se eligió a la adolescente, de la que se informó que tenía una dolencia de columna que le dificultaba participar en juegos y deportes con los jóvenes de su edad. Me gusta.

Millones de niños en todo el mundo se ven privados del afecto y los cuidados a los que tienen derecho. Unicef y muchas otras organizaciones se desviven por solucionar situaciones dramáticas que en no pocas ocasiones desembocan en tragedias individuales o colectivas. Pero ante la magnitud del problema sus recursos son absolutamente insuficientes y quizás ni siquiera uno de cada 120 niños consiguen encontrar remedio a su situación. No me gusta.

Está bien el Me gusta para manifestar en facebook nuestra opinión sobre los mensajes que nos envían los amigos. Pero hay asuntos más trascendentes sobre los que pronunciarnos. Es un primer paso.

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