El Malacate

Javier Ronchel

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El fuego da el primer aviso en Huelva

El incendio de El Portil esta semana quedó en susto y advertencia de lo que nos espera este verano de temperaturas altas que amenaza la mayor superficie forestal de Andalucía Doñana y el futuro de Huelva

Un helicóptero del Infoca recoge agua en la playa de El Portil en presencia de bañistas este miércoles pasado.

Un helicóptero del Infoca recoge agua en la playa de El Portil en presencia de bañistas este miércoles pasado. / Josué Correa

EL miércoles volvió el fuego a Huelva. El Portil sufrió el primer incendio forestal de la temporada, en los pinares de la laguna, provocando un gran susto entre los vecinos y la alarma en la capital y pueblos de los alrededores, donde el siniestro se percibió muy cercano por el humo y el fuerte olor. Nunca podremos agradecer lo suficiente a los trabajadores del Infoca su entrega constante. Fueron ellos los que desde el primer momento se entregaron para evitar un desastre mayor, a las puertas de un mar verde de pinos y con las viviendas del núcleo costero a unos cientos de metros. Los cálculos de los técnicos apuntan a una superficie afectada de 10 hectáreas, que parece poca cosa pero es una seria advertencia.

Las altas temperaturas de estos días no ayudan. El mes de abril se cierra con registros históricos en Andalucía y el resto del país. Ese mismo día que empezó a arder El Portil, en la provincia, en El Granado, se superaban los 37 grados con la temperatura más alta de España. Prácticamente en toda la provincia se superaron los 30 grados el miércoles, lo que unido a un bajísimo índice de humedad –en torno al 16% en la zona– y el viento, plantearon un escenario muy desfavorable para afrontar un incendio. Medios aéreos de Sevilla y Málaga se desplazaron a Huelva para atacar el fuego mientras muchos onubenses trataban de sobrellevar el fuerte calor en las playas. Y sólo así, con una intervención contundente, se consiguió contener el fuego y evitar un siniestro con peores consecuencias tras permanecer activo más de 36 horas.

Lejos parece que queda este fuego de El Portil del sufrido en Villarrasa hace dos años, con alrededor de 600 hectáreas quemadas, y de los de Almonte y Bonares el verano pasado, que en conjunto se llevaron el mismo día 1.800ha. Pero al margen de la superficie afectada, la cercanía de los siniestros es evidente y no deja de ser, este de ahora, un aviso antes del comienzo de la temporada alta de incendios, que ya ha adelantado esta semana varios días con riesgo extremo en la provincia y el resto de Andalucía.

Huelva es la provincia andaluza con mayor superficie forestal y una de las principales de España. Tiene más de 800.000 hectáreas, en torno al 80% de la provincia, con densas zonas de pinar en la costa, y con alcornoques y otras especies, entre ellas una destacada presencia de eucaliptos, que suponen también un gran riesgo por su alto grado de propagación de las llamas.

El año que viene se cumplirán 20 años del incendio de Riotinto, que se llevó por delante dos vidas, 34.000 hectáreas y la economía de un pueblo, Berrocal, que quedó muy herido por el siniestro sin alcornoques. Sólo ha habido otro fuego mayor en España que aquel de Huelva, y no se produjo hasta el año pasado en Zamora, en Sierra Culebra, donde ardieron casi 36.000ha.

En 18 años, desde entonces, las llamas han arrasado más de 60.000 hectáreas de superficie forestal en la provincia, un 7,5% del total. Y en ese cómputo se recogen otros dos fuegos que tampoco se olvidarán en Huelva, como el de Almonaster la Real en 2020, con casi 15.000ha quemadas y, sobre todo, el de Moguer de 2018, que afectó a más de 10.000ha pero puso cerco a Doñana y Mazagón y obligó a una lucha titánica del Infoca, con el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias y efectivos de distintos cuerpos.

La enseñanza de estos datos debe proyectarse al futuro, especialmente al inmediato, al del verano que tenemos por delante. Los meses estivales son cada año más adversos y se adelantan más, como ha ocurrido en este abril que ahora acaba. Algo está cambiando en el orden natural del planeta, con escasez de lluvias y una persistente sequía, y en ello tiene mucho que ver el equilibrio que aportan las grandes superficies arboladas que, sin suponer un freno a un desarrollo medido y controlado, deben cuidarse y mantenerse para evitar desastres que pongan en riesgo mucho más que la riqueza ambiental y paisajística de esta provincia.

En la prevención estamos todos implicados, autoridades y población. De su efectividad depende en una grandísima parte la reducción del riesgo, que no sólo afecta a árboles y vegetación. Todo el dispositivo del Infoca está alerta cada día para jugarse sus vidas en la lucha contra el fuego, y más de un trabajador la ha perdido en primera línea y en otras posteriores, como también ha ocurrido desgraciadamente esta semana en la Sierra. Es realmente admirable la determinación con la que afrontan cada día y con la que se entregan en las situaciones más adversas y peligrosas. Y nadie duda que todos esos fuegos reseñados podrían haber sido mucho más graves sin su infinita profesionalidad.

Ahora que el incendio de El Portil nos ha dado un toque de atención, antes de que lleguen semanas más complicadas, tengamos en cuenta cómo se exponen cientos de profesionales cada verano para salvar nuestros bosques y protegernos a todos. Ese riesgo que corren en cada intervención no debe pasarse por alto y tiene que ayudar también a que todos tomemos conciencia de la necesidad de prevenir para evitar más riesgos de los necesarios para sus vidas y el medio por el que se entregan a diario.

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