El Malacate

Javier Ronchel

jaronchel@huelvainformacion.es

La clave del agua no pasa por Doñana

El Parlamento andaluz ha abierto esta semana la caja de los truenos en el entorno de Doñana con la tramitación de la nueva ley de regadíos que pretende regularizar los cultivos que en 2014 se quedaron fuera del Plan de la Corona Norte para su acceso al agua subterránea. El agua es la clave pero el problema no es Doñana. El quid de la cuestión está en el agua superficial que no llega de otras zonas de la provincia. Ésta reduciría al mínimo la explotación de los acuíferos y garantizaría la agricultura de la que depende durante tantos meses la economía de Huelva.

En 2018 se aprobó la Ley que autoriza el trasvase de hasta 19,99 hectómetros cúbicos al año desde la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras. Más de tres años después no se ha hecho todavía nada por ejecutarlo, dando pie a que se reavive ahora un enfrentamiento que ya debería pertenecer al pasado.

Hay al menos tres obras fundamentales para el agua en Huelva: la presa de Alcolea, el canal de Trigueros y el desdoble del túnel de San Silvestre. Las dos primeras van de la mano y asegurarán el suministro a una parte del Andévalo y al norte del Condado. Un estudio del Consejo Económico y Social de la provincia estima en casi 11 puntos el crecimiento del PIB onubense sólo con la ejecución de ambas infraestructuras. El embalse de Alcolea empezó a construirse en 2012 pero las obras se pararon tres años más tarde por rescisión del contrato de la empresa. Han pasado 7 años más y sigue la espera. Y en ella, el canal de Trigueros, que deberá distribuir el agua cuando esté embalsada.

El túnel de San Silvestre es vital para la agricultura, aunque también para la industria, el turismo y el consumo doméstico. La mayor parte de la provincia y sus sectores estratégicos dependen de esta conducción que requiere con urgencia de una vía alternativa por el riesgo de colapso tras 50 años. A finales de 2021 iban a empezar las obras pero ahora se señala a marzo de 2023, tras solventar esta semana con éxito la DIA.

Promesas, fechas, partidas y proyectos no ejecutados, obras que empiezan y no se retoman… Es la historia de Huelva y de las infraestructuras. También las del campo onubense, innovador como pocos pero limitado, al mismo tiempo, por el elemento básico para su subsistencia y desarrollo.

El suministro de agua no pasa por Doñana ni por esta regularización de cultivos sino por que se dote a Huelva de los medios necesarios para llevar agua superficial existente en otras comarcas. No hay que plantear nada nuevo. Todo está ya proyectado y comprometido. Sólo hace falta voluntad y acción. Y quizá, también, el empuje de todos en la movilización del 4 de marzo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios