La otra orilla

VÍCTOR RODRÍGUEZ

Viajar a la luna

Si a usted el presupuesto no le llega para viajar al espacio no se de por aludido por lo que voy a decir. Es más, por mucho que usted sea un trabajador, autónomo o por cuenta ajena, que se ha labrado, a base de mucho trabajar y mucho hipotecarse, un capital que le permite tener un buen coche, una o dos casas, un viajecito de vez en cuando y algún que otro capricho… le convendría no creerse que si sigue esforzándose usted también podrá verse entre los que viajarán a la luna.

Por otra parte, dudo que estas palabras, impresas en esta humilde columna de un periódico que creo que no se reparte en las salas de embarque para turistas espaciales, lleguen a los hombres más ricos del planeta. Ni les inquietarían si las leyeran, ni harían si quiera un poquito de mella en sus conciencias. Porque han llegado a donde están usando infraestructuras públicas, sí, pero eludiendo de mil maneras los impuestos con los que se pagan esas infraestructuras. Han llegado a donde están pagando sueldos de miseria a la gente que trabaja para ellos. Han llegado a donde están sabiendo que mientras sus fortunas son mayores que el PIB de muchos países, millones de personas en todo el mundo sobreviven en la mayor de las miserias. No les inquietarían estas palabras porque para dormir tranquilos han debido desarrollar todo un armazón de justificaciones teóricas, morales, éticas… que, en definitiva, les termina haciendo creer que todas las personas tenemos lo que nos merecemos y ellos se merecen ir al espacio. Y punto. Igual que se merecen sus mansiones, sus coches de lujo, sus jets privados, sus glamurosas fiestas y sus carísimos caprichos. Igual que el lumpen se merece su hambre, su frío, su falta de esperanzas y de vacunas.

No se sientan aludidos por estas palabras si no les llega el presupuesto para viajar al espacio, pero por favor, no justifiquen estas groseras desigualdades que no nos podemos permitir como especie ni aun creyendo que se amasan esas fortunas de las más legítimas de las maneras. Hay que darle una vuelta a la pirámide de las prioridades, no puede ser que sigamos viendo cómo mueren millones de personas a causa del hambre, de la falta de asistencia sanitaria, de viviendas dignas, cómo malviven muchos más millones de personas por las mismas causas, mientras estos señores, en su burbuja, se pelean por ver cuál de ellos será el primero que pone la bandera de su empresa en la Luna.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios