Paco Huelva

Única petición

Solo pido a los partidos y representantes sociales que caminen hacia la coherencia y no el partidismo interesado

Encadenamos como las olas han acontecido los días de conmemoración en estas fechas. La Navidad, Fin de año y Reyes han pasado al terreno de la memoria, de lo vivido. Cada cual habrá hecho con los mismos lo que haya podido o entendía que debía de hacer de acuerdo con su criterio, sus necesidades y también de sus posibilidades.

Los oropeles y las luces de colores colgadas en calles y esquinas empezarán a desmontarse, y se guardarán en un lugar seguro hasta la llegada de un nuevo evento, el que fuere, aunque algunos grupos políticos sigan erre que erre marcando diferencias porque en su nido ellos desean otra cosa que solo les atañe a ellos, no al resto. Banalidades y monsergas. Abstrusos localismos que pretenden diferenciar a los seres humanos según una lengua, una historia, una saudade e incluso una superioridad étnica, mandando al limbo los derechos fundamentales de todas las personas, dado que, por el mero hecho de haber nacido, no debe existir prerrogativa alguna de un individuo sobre otro, de un colectivo sobre otro. Todos los nacionalismos son excluyentes. Los existentes en España, también. Y mire usted, todo lo demás, toda esa puntillosa originalidad, no se ajusta a lo legislado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Punto. Y lo peor es que ellos, los peticionarios, lo saben, son conscientes de la tal circunstancia, y, sin embargo, insisten, aprietan, atosigan, generan trifulcas, todas las que puedan en busca de rédito, de ventajas. La política mal entendida, insolidaria.

Y a quien escribe, que le importa una higa que le pueda caer una salva de críticas, si algunos entienden que es menester, solo tiene una única petición para este año que hemos iniciado. Solicitar encarecidamente a los partidos políticos con representación en el parlamento español y a las organizaciones sociales, empresariales y sindicales, que caminen en busca de la coherencia, no de la militancia partidista y sectaria y oportunista o económica o sindicalmente más rentable, no, mire usted, sino que caminen lo más juntos posible a través del diálogo social, en busca del sentido común -que parece haberse perdido- y del bienestar de España, de los españoles, y de todas aquellas personas que aun no siéndolo, viven y trabajan diariamente para levantar este país.

Algunos me dirán que esto es una barrabasada, pero, me importa un bledo, ya lo dije, hay que ir a lo transcendente, lo solidario y lo necesario.

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