Es el nombre, originario de la lengua japonesa, que se aplica a un fenómeno extraordinario, muy difícil de vencer, que suele presentarse en el continente asiático y que va derrotando a todo lo que se encuentra a su paso.

El tsunami puede viajar a grandes distancias, descargando su energía potencial, arrasando por donde aparece y creciendo en magnitud con el desarrollo de su actividad.

Uno de estos prodigios llegó la semana pasada a Yacarta, capital del archipiélago de Indonesia, en el Océano Índico. Se llama Carolina Marín, es de Huelva, tiene 22 años y consiguió por segunda vez consecutiva la medalla de oro en el Campeonato del Mundo de bádminton. Esta modalidad deportiva de la raqueta y el volante, ofrece la dificultad añadida de estar dominada casi exclusivamente desde su iniciación, por las jugadoras de los países del 'imperio asiático', sobre todo por las chinas.

Carolina venció a las deportistas indonesias, a las coreanas, a las japonesas, a las indias, a las tailandesas e incluso a las chinas, en una especialidad que necesita disponer de condiciones importantes de elasticidad, flexibilidad y reflejos, que siempre han exhibido de forma muy peculiar las competidoras orientales de ese deporte. Pero la joven onubense Carolina Marín, que dispone sobradamente de esas destrezas, tiene además sorprendentes dosis de tenacidad y firmeza, adornando esa constancia con una forma de jugar que refleja una elevada concentración y, al mismo tiempo, una alegría en su juego. Pero, sobre todo, sabe transmitirnos la sensación de disfrutar, que ella misma siente cuando ejecuta su actividad deportiva.

Todos podemos recordar la importancia que tuvieron en la promoción de algunos deportes de nuestro país los éxitos internacionales que consiguieron nuestros insignes competidores.

Emiliano Rodríguez en el baloncesto. Bahamontes en la bicicleta. Manolo Santana, Rafa Nadal o Arancha Sánchez Vicario en el tenis. Ángel Nieto en las motos. Fernando Alonso en la Fórmula 1. Pero no cabe la menor duda que, si los responsables políticos aciertan en su promoción, muy pronto trataremos también a Carolina Marín como pionera del crecimiento del espectacular deporte del bádminton y como impulsora del aumento de su práctica.