El Malacate

Javier Ronchel

jaronchel@huelvainformacion.es

Toca trabajar por Huelva

El nuevo curso político debe ser el que marque de una vez el destino de la provincia si se alcanza la unidad de acción política y social que echamos en falta Esta Huelva pinta mucho

Toca trabajar por Huelva

Toca trabajar por Huelva

La vuelta de las vacaciones ha llegado con un Gobierno aún por decidir tras unas elecciones atípicas en el mes de julio, que siguen sin aclarar mucho el panorama político en España. A la incógnita se suma el temor del alto precio que se pague por dar viabilidad a proyectos que nacen viciados desde el momento en que se solventan a exigencias de una minoría que vulneren principios de una mayoría.

Al margen de las consideraciones generales, este nuevo impasse al que se somete la Administración central, y sus posibles condicionamientos futuros, afecta de manera muy directa a territorios fuera del foco de los pactos, y muy especialmente a provincias periféricas como Huelva, la más destacada entre ellas y entre las olvidadas (de verdad) de toda la vida.

Resulta que Huelva necesita tanto… tanta atención de Madrid en inversión, empleo y, por supuesto, infraestructuras, que lo que menos necesita es un Gobierno que tarde en constituirse y que, cuando lo haga, actúe marcado muy claramente por intereses muy alejados de esta tierra.Por eso mismo, en este escenario, lo que más se necesite sea lograr el acuerdo defenestrado en Madrid, y haya aquí un pacto tácito entre todos nuestros representantes en el Congreso y en el Senado para que dé una vez por todas se trabaje más por el territorio al que representan, que por las siglas. Todos. Y eso implica, claro, que diputados y senadores del PSOE y del PP se sienten y hablen, mejor sin que nadie lo sepa, y que traten todas esas necesidades que todos conocemos, y que lo hagan sin reproches ni revanchas, sin estrategias dictadas fuera de la provincia, ni estériles compromisos o lamentos que justifiquen la inacción posterior.

La idea ronda en la cabeza de algunos de ellos, según han llegado a confesar en foros informales este verano. Y lo mejor que podría ocurrir es que ya se hubiera producido un acercamiento del que no nos hubiéramos enterado… señal de que hay interés real por llevar a un entendimiento sin que nada lo interfiera, con el único propósito, meta obligada para todos en su trabajo como altos representantes públicos onubenses, de lograr los avances que todos queremos para Huelva.

Estos pocos meses que tenemos por delante antes de despedir 2023 van a poner la atención en Huelva muchos de los que no suelen reparar en ella. En breve conoceremos más detalles del extraordinario proyecto de Maersk para la producción de metanol verde en Huelva, que conllevará, probablemente, la mayor inversión realizada en esta provincia.

También podremos ver, después de más de diez años de promesas, intentos fallidos y una milagrosa recuperación, ese centro de ensayos para drones y aviones no tripulados que el INTA lidera para el desarrollo de la mayor tecnología. Y apunta a final de año igualmente, en este caso el inicio de las obras del desdoble del túnel de San Silvestre, infraestructura hídrica clave para la economía onubense que también ha tardado años en hacerse realidad (si empieza y se concluye en plazo, no como Alcolea).

La cercanía de estas novedades, en cuanto a su ejecución, se entiende que va a traer hasta Huelva a quienes deben ver en estos proyectos precisamente un motivo para apostar por esta provincia desde la Administración pública, con razones sobradas para que éstas iniciativas se potencien con nuevas inversiones que a su vez generen nuevas oportunidades y atraigan más capital de la mano de la innovación. Tengamos claro que no solo por el bien de Huelva sino por el de toda España, aunque eso permita que los onubenses accedan a más empleo, de calidad, con más riqueza y más servicios para todos.

Es fundamental la implicación de los representantes de Huelva en Madrid, casi tantos y tan valiosos en las votaciones del Congreso como el puñado al que se aspira a sumar en las pesquisas para la formación de Gobierno que tanto están poniendo en juego para todos. Son ellos los que, quizá inspirándose en el modelo anglosajón, deberían mirar más por los intereses de sus votantes. Son ellos a los que deben su condición por haberles elegido, aun con el escudo de unas siglas. Y es esta tierra, como para aquellos de otros lugares, la que debe primar Antea en ese maltrecho propósito de la cohesión territorial.

Sea fallido o no ese intento entre políticos representantes, la ciudadanía tiene también el deber de defender los intereses de su tierra, que son los propios y los de quienes le rodean. Y más poder que la prensa tiene la sociedad civil, que unida y tampoco interferida, debe asumir ese rol clave para el desarrollo de los territorios que es el de la reivindicación sólida. Eso solo se consigue con una respuesta unificada, multitudinaria, Clara y contundente, para que la atención llegue a una provincia como Huelva que sale últimamente a la arena política más por disputas y críticas que por acción positiva y eficaz.

Aprovechemos este inicio de curso para conjurarnos e impulsar a Huelva donde todos aquí sabemos que puede llegar, que merece y que tanto aportaría al resto de España.

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