Simple y llanamente

Resulta descarnado ver que a alguien que requiere de un aparato se le desposee de él

Miré la imagen varias veces y no le vi la gracia, ni tampoco al comentario adjunto. Confieso que hice el esfuerzo buscándola pero no se la capté. Y claro está, barajé la idea de que era posible que quien hizo el fotomontaje no pretendiera que le saliera algo que tuviera la más mínima pizca de humor, que solo intentaba plasmar una descripción de un hecho. Pero la rechacé por completo, lo mismo que le negué cualquier valor alegórico en el sentido de que representara una cosa diferente a la expuesta. Al final y a pesar de que puse todo mi empeño por no ser un mal pensado, terminé concluyendo que el difusor de la imagen y del texto, simple y llanamente, lo que tenía era mala leche -perdonen el vulgarismo, pero no es fácil una alternativa-. Me refiero a la burla, a través de un meme, de Pablo Iglesias tras destituir a Pablo Echenique como número dos de Podemos. Para quienes no lo conozcan: está Heidi -la protagonista de la famosa serie de animación- con una silla de ruedas vacía después de haber despeñado a la segunda persona mencionada.

En el mundo hay muchas personas afectadas de las variadas formas de discapacidades existentes y, por suerte, se han desarrollado aparatos o prótesis de todo tipo para paliar por completo, o al menos en lo que se pueda, las limitaciones padecidas. La necesidad de estos en muchos casos es, prácticamente, permanente, como si fueran extensiones corporales. Pues bien, aunque menos mal que están ahí, ojalá que un día dejaran de serlo. Resulta descarnado ver que a alguien que requiere de un aparato se le desposee de él, por lo que supone de restricción de sus actividades y del ejercicio de su libertad; y no digamos si además se le arroja por un precipicio. ¿Por qué en el montaje no precipitaron a Echenique sentado en su silla? Lo acontecido no es real, es cierto. Es una burla, una broma de mal gusto o comportamiento irreverente, como los que se hacen los selfis en las vías del campo de exterminio nazi de Auschwitz, poniendo morritos y con los dedos en uve. Todo esto expresa falta de respeto y de insensibilidad, aparte de mala leche. ¿Me he pasado con lo dicho? Creo que no.

Nada de lo dicho tiene que ver con la política, ámbito en el que ninguno de los dos protagonistas me convencen; ni el quiere ser ministro ni el que el anterior responsabiliza de la debacle de Podemos. Es algo más prosaico pero sumamente humano, el que ya está bien de malas formas y, si no, de andar por el filo de la navaja, que así nos va.

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