PERDONEN que os moleste, pero he de dar mi última chicotá de este año. Hoy empieza la Semana Santa de Huelva, ya que, a pesar de que mañana será Domingo de Ramos, en la tarde de hoy dos Hermandades onubenses, de dos barrios choqueros, procesionarán por las calles de Huelva. Hoy, lo interesante de las páginas cofrades de este periódico está en esos apuntes sobre las Cofradías que procesionan esta tarde o sobre la crónica de la procesión de la Virgen de los Dolores de ayer. Estas líneas pueden hasta pasar desapercibida, y así debe ser, ya que a partir de este momento, éste que esto escribe, quiere compartir con todos su esquina; desde la que me ilusiono todos los años, desde la que vivo la Semana Santa con intensidad, desde la que comparto tantas experiencias con otros cofrades y en la que no tiene cabida esos quienes aprovechan cualquier oportunidad que se les brindan para criticar de forma despiadada a todo. Me da lástima, pero a estos últimos, a los cuales no les diré dónde está mi esquina, se pierden la oportunidad única de vivir la Semana Santa como cofrade. En fin, allá ellos.

Mi esquina, nunca está en el mismo sitio, ni tampoco con la misma gente. En mi esquina, también existen esos bares con arte y solera, donde reponer fuerzas para seguir y donde charlar con amigos.

La Semana Santa es ya. Ya no tenemos que esperar, pues de forma puntual, otra vez la tenemos aquí. Cada uno es muy libre de vivirla como crea conveniente, pero todos estamos llamados a echarnos a las calles para hacerla grande. Nuestra presencia respetuosa, cuando pase una Cofradía, hará que ésta sea más esplendorosa y radiante, pues desde las aceras, también se hace Semana Santa. Pero nuestro comportamiento en las aceras, debe servir de testimonio para toda la sociedad. La Semana Santa de Huelva es la nuestra y todos somos responsables de cuidarla, y no sólo en las forma sino en el fondo.

Ahora, es el momento de compartir emociones, de comentar las anécdotas simpáticas que luego recordaremos. Semana Santa es disfrutar de las cofradías en la calle, pero también de vivir intensamente el Triduo Sacro; algunos ahora dirán que soy un "beatillo, pues vale si eso le contenta, pero que no se nos olvide que somos cristianos. Semana Santa es también cuidar de nuestras tradiciones, de potenciar nuestras costumbres y por esos siento pesar de que se vean pocas mujeres ataviadas de mantillas el Jueves Santo.

Sé positivamente que hoy no es día para dar opiniones escritas, ya lo reconocí también el pasado año tal día como hoy, pero también sé que ahora es el momento de intensificar nuestro sentir cofrade. La Semana Santa es muy corta. A pesar de tener siete días, son tantos y tan intensos los momentos que se viven, que da la sensación de que sólo dura unos instantes. No hay tiempo para desaprovechar ningún momento. Ya es Semana Santa. Nos vemos.

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