EL Recreativo cierra otra semana entre la indefinición y la incertidumbre en el apartado económico-financiero para cumplir con sus obligaciones. Y hay que incidir en este tema tan trascendente sobre quién sigue al frente de las decisiones de la entidad. El pasado día 3 de julio Sebastián Rivero, abogado y representante del presunto grupo inversor hispano-mexicano, expuso en un alarde de optimismo que "los nuevos dueños no tienen nombre como tal, sino que es un grupo de personas que van a dotar de liquidez financiera al Recreativo, que ya los conocen en el club, que es un fondo privado y cerrado, dispuesto a que puedan llegar nuevos inversores". Y rizando el rizo, más contundencia: "La deuda del club se conocerá al céntimo como mínimo en dos semanas". Pues mes y medio sin noticias de lo que se debe y cómo se abonará, además los impagos siguen en ex técnicos, jugadores y empleados.

Y Benjamín Naranjo, nuestro admirado, estimado amigo y culto presidente, ratifica para más inri que "el que está poniendo y buscando dinero es el que todo el mundo sabe, Pablo Comas" para soluciones urgentes. Y Benjamín con su talante y ética también trata de abrir puertas desde las instituciones para captar parné para regularizar en base a unas prioridades: empleados y trabajadores, derechos federativos y cerrar el presupuesto, pero los acuerdos con Hacienda y Seguridad Social a la cola, a pesar de que bloquean los ingresos del club.

Y el alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz, dice que sólo conoce a Álvaro Roncal como responsable del grupo inversor X , que respecto a los dueños "no sé si son mexicanos o no lo son". Ahora, tampoco le preocupa elegir en el consejo a los miembros del Ayuntamiento. La demagogia política: seguro que no opinaría igual de seguir en la oposición. La historia es diferente, según el interesado entre el sentimiento y la distancia. Todo esto potencia un cóctel de confusión de los que observan fuera incrédulos aferrados al 'Trust' como grupo de presión. Y es que en el Recreativo es como llorar encima.