Hacia tí, Purísima Concepción

27 de marzo 2015 - 01:00

SEMANA de Pasión y todo va tomando forma. El continuo trasiego de túnicas y capirotes que van y vienen de la tintorería. Las colas para recoger el cartón o la rejilla que estrenaremos este año. Las visitas a las iglesias parar verlos allí ya preparados en sus altares itinerantes. La actividad frenética en las casas de hermandad… es la historia que se vuelve a repetir. La vida misma que vuelve una y otra vez, pero siempre tan diferente con una ilusión renovada. Repetimos los mismos ritos de cada año pero de forma tan intensa como si de la primera vez se tratase.

Toda la ciudad comienza a latir de una forma diferente, por El Punto ya sienten la llegada de las cruces de guía de las hermandades del Polvorín. La Plaza Niña se prepara para abrir cuantas veces sea necesario las puertas del mismo cielo de la casa de las Hermanas de la Cruz, por el Gran Teatro sueñan con una revirá eterna, las palmeras de Santa Fe comienzan a agitarse proclamando a los cuatro vientos que nuestro Señor viene montando en un asno, por Rico y por Rábida el tiempo sigue aferrándose a sus fachadas para ofrecernos las estampas de la Huelva del pasado que aún conservamos, por la Vega Larga van marcando el camino a los cofrades de las Colonias, del Carmen y de la Orden para que con ellos caminen hacia el centro… y así todo se va disponiendo de la forma mas armoniosa hasta llegar a ti, por cinco veces centenaria, iglesia de la Purísima Concepción.

Allí nos esperas, donde siempre, como siempre, queriendo pasar desapercibida en el día a día pero sin poder evitar ser el centro de la religiosidad onubense. Hasta ti llegamos bajo nuestro morrión, con nuestro costal, tocando la corneta o con blanca alba y dalmática, este año compartiendo con todos la alegría de estar celebrando los cinco siglos de tu existencia. Llevaremos muy a gala el espíritu Inmaculista que siempre hemos tenido por esta villa donde levantamos el primer templo dedicado al misterio de la Concepción sin Macha de María siglos antes de que la propia Iglesia proclamase la verdad dogmática de la Purísima Concepción.

Realizar estación de penitencia en la Purísima Concepción siempre fue algo que nos marcó y nos diferenció, algo tan nuestro como esos muros a los todos lloramos los años de cierre. Su torre se alza como guía sobre los tejados de la ciudad marcando el camino de nuestras cofradías, como cada día nos marca el devenir de nuestras vidas. Pilar fundamental de una ciudad que no entiende su historia sin esta a la que lleva ligada desde hace 500 años y que ha sido testigo de los acontecimientos más importantes. Sus puertas siempre abiertas, incluso cuando sólo podía ofrecer un paisaje desolador de andamios y puntales cuando la Esperanza caminaba hacia su coronación, sede preparatoria para el camino que la Victoria emprendía hacia el altar donde fue coronada, capaz de acoger a casi todas las hermandades del Martes Santo ante las inclemencias del tiempo.

Una vez hasta ti llegaremos, como final y comienzo del discurrir de nuestras cofradías, una vez más nos esperas como centro de la semana más maravillosa del año, y ahí estarás como siempre, en el corazón de la ciudad y en el corazón de todos. Buena estación de penitencia a todos.

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