El pasado miércoles se hizo entrega en la Fundación Rodríguez-Acosta dependiente del Patronato de la Alhambra y el Generalife de Granada, por parte de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos, los vigésimo sexto y vigésimo séptimo premios Andalucía de la Crítica, en las modalidades de poesía, novela y libro de relatos, que, por cuestiones sanitarias derivadas de la pandemia, no habían podido ser entregados.

El acto estuvo presidido por la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, a la que, desde la directiva de la misma, queremos agradecer su presencia, dado que el hecho literario en Andalucía, en sus múltiples extensiones (escritores, editores, distribuidores y libreros andaluces) es un pilar económico fundamental de la estructura española e iberoamericana, que nadie debiera discutir a estas alturas, además de la riqueza intelectual que aporta a nuestra lengua el trabajo laborioso y callado de los hombres y mujeres que escriben en nuestro territorio o que han nacido en él, vivan en el lugar en que lo hagan.

Los premiados en poesía han sido Manuel Jurado López por La destrucción del cielo, Nieves Chillón por Arborescente y Diego Medina Poveda por Todo cuanto es verdad, habiéndose entregado también un reconocimiento a la jovencísima poeta venezolana residente en Málaga, Cristina Angélica, por su Opera Prima Mi hogar es una caja de mudanzas.

En novela han recaído en Juan Francisco Ferré por Revolución y Fernando Martínez López por Tiempo de eclipse.

En libro de relatos, Inés Montes por Siempre es tarde y Elvira Navarro por La isla de los conejos.

Desde la Asociación de Escritores y Críticos somos conscientes de la apuesta que está llevando a cabo la Junta de Andalucía, para ampliar los fondos bibliográficos de un buen número de municipios, pero, no es suficiente.

Esa línea presupuestaria ha de mantenerse en años venideros hasta cubrir todo el territorio de la Comunidad, además de planificar desde el departamento que corresponda, que el que firma entiende es la consejería de Educación, fondos suficientes para que la literatura andaluza contemporánea llegue a las bibliotecas de los colegios, los institutos y las universidades públicas. No nos engañemos.

El libro es un instrumento básico para el desarrollo de los pueblos y no solo los que instruyen la enseñanza reglada, sino especialmente la ficción que crea y recrea la realidad.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios