L style="text-transform:uppercase">a cuestión es simple, ¿no? El Puerto de Huelva se presentó a una licitación a la que el puerto de Sevilla declinó. Ahora cuando se le adjudica el Puerto onubense, el de Sevilla abre la caja de los truenos.

Todo da a entender que hay foto, escenario y moto y al haberlo se reclama participar de la gestión de lo adjudicado desde el puerto de Sevilla. Mucho me temo que lo que se solicita es subirse a la moto, salir en la foto y posturear en el escenario.

Para quien hace eso, la razón es siempre la misma: justificar la mediocridad.

Si el puerto de Sevilla no se presentó al concurso, por las razones que expuso en su momento, bien haría, dado su interés actual, en ayudar, asesorar y apoyar al de Huelva, y este en agradecer y aprovechar dicha colaboración, compartiendo y generando sinergías.

Pero de lo que se trata, me temo que no es eso, sino de lo de siempre: gestionar el control como pasaporte al postureo y de paso enmascarar otras realidades.

A Ignacio Álvarez, director de la Autoridad Portuaria de Huelva, le conozco poco, muy poco, pero me da que es un tipo serio y competente. De esos que saben quedarse en la esquina de una foto para la prensa, mientras se dan codazos en el centro para salir en primera plana al día siguiente en este periódico. El pequeño detalle define siempre al individuo.

Si de verdad se trabajara por el bien de los ciudadanos el postureo no tendría importancia.

De la misma manera que todo lo que funciona no hace ruido, es sinónimo de este, aquello que va mal o tal ruido es necesario para justificar la mediocridad de la realidad de una gestión para vender justo lo contrario o simplemente crear cortinas de humo para tapar otras cosas. Ocurre en exceso en esta sociedad nuestra tan mediocre donde casi todo suena demasiado.

Mal escenario. Se da a pie de calle y la política no es más que su reflejo.

Este asunto es la escenificación de una disputa infantil por un cromo que da derecho a la exhibición para enmascarar la principal carencia: trabajar de verdad y con éxito por el bien de los ciudadanos.

Más de lo mismo de lo que ocurre en las empresas, universidades y todo lo que ustedes quieran añadir.

Insisto, lo que va bien no hace ruido.

Quien mide dos metros no hace falta que se ponga tacones. En las fotos y el postureo suelen merodear los mediocres. Mediocres que se llenan la boca exponiendo lo fácil; lo que hay que hacer, sin explicarnos el como y mucho menos, presentando con datos objetivos e irrefutables el éxito de una gestión planificada y mejor ejecutada.

Que triste; así nos va.

"Es preferible permanecer callado y parecer tonto, que abrir la boca y disipar las dudas". Groucho Marx.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios