La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Israel no comete genocidio

Israel no comete un genocidio. No busca, por muchas víctimas civiles que causen, el exterminio de los palestinos

Raphael Lemkin (1900-1959) fue un jurista polaco judío que en 1939 logró huir a Estados Unidos sin lograr llevarse con él a sus padres, que fueron asesinados en Auschwitz. En los años 20, al tener noticia de las deportaciones y matanzas de armenios perpetradas por Turquía entre 1915 y 1923 que provocaron más de un millón de víctimas, comenzó a interesarse por las acciones que, más allá de los crímenes de guerra, buscaban el exterminio total de un grupo étnico. El alto número de víctimas civiles era una cuestión importante, pero Lemkin llamaba la atención sobre otro hecho: la voluntad de eliminación total.

Para su desgracia lo sufrió a una escala nunca vista cuando Alemania aplicó por primera vez en la historia los más modernos y eficaces métodos dados por los avances tecno-científicos y la lógica industrial al exterminio de todos los judíos europeos, tanto los de los países que ocupó como los de sus aliados. En su exilio americano Lemkin publicó en 1944 El poder del Eje en la Europa ocupada donde por primera vez utilizó la palabra genocidio, creada por él uniendo el sustantivo griego “génos” (estirpe, pueblo, raza) y el sufijo latino “cidio” (matar) para nombrar lo que Churchill llamó “el crimen sin nombre”. La lengua no ofrecía ninguna palabra a lo hecho por los nazis –el exterminio planificado y sistemático de seis millones de personas para eliminar la totalidad de una raza– porque no existían precedentes de una matanza tan gigantesca en número, tan eficaz y racionalmente planificada, que careciera de objetivos bélicos, de ocupación de territorios o de saqueo. En 1948 el concepto creado por Lemkin inspiró el documento de la ONU Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio.

Desde entonces hasta hoy el generalizado uso de esta palabra la ha desgastado y son muchas las discusiones sobre lo que distingue los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad, los crímenes de agresión y el genocidio. La diferencia fundamental entre las tres primeras y la cuarta radica en la búsqueda del exterminio total de un grupo determinado por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad. Exterminio es la palabra clave. No tienen razón, por ello, quienes acusan a Israel de genocidio. No entra en sus intenciones, por muchas víctimas civiles que causen, el exterminio de los palestinos. Permítanme argumentarlo mañana.

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