NO hay duda, 2015 ha sido el año de oro del deporte onubense. Carolina Marín, Emilio Martín, Marta Garrido, Elena Rodríguez, además del Sporting y el Conquero. Éxitos a nivel nacional e internacional. Una generación de élite.

Junto a nuestra vasta historia, exquisita gastronomía, riquísima cultura y nuestros parajes naturales únicos y evocadores, también debemos presentar como reclamo para el turismo a nuestros deportistas. Que sean un atractivo más. Convertirles en Marca Huelva. Mucho tiene que ver en todos estos logros obtenidos la mejora que ha experimentado nuestra tierra en cuanto a instalaciones deportivas se refiere durante las últimas décadas, que sumadas a un clima y unas temperaturas ideales durante todo el año para la práctica deportiva, hacen de Huelva un lugar extraordinario para el entrenamiento y la preparación de deportistas de todo el mundo. Vendámoslo y sigamos trabajando. ¡Ay si tuviésemos buenas comunicaciones...! ¡Huelva sería imparable!

Debemos lograr que los clubes donde cada día se forman miles de jóvenes sean una de las prioridades en los presupuestos de nuestras instituciones. Que no falten ayudas y becas para seguir compitiendo. Hay que seguir manteniendo, mejorando y ampliando instalaciones deportivas, una de las patas que sostiene el éxito de nuestros atletas. Y debemos aprovechar el escaparate que éstos nos ofrecen. Que nunca más Carolina suba a un podio o Emilio cruce una línea de meta sin lucir en sus camisetas el nombre de Huelva. Y de la hermosa realidad dorada vivida este 2015, a un 2016 igualmente esperanzador, con citas tan importantes en el horizonte como los Juegos Europeos de Policías y Bomberos, que traerán a Huelva en junio a más de 5000 deportistas y unos 15.000 visitantes. Comité organizador, instituciones y ciudadanos debemos ir de la mano para hacer historia y dejar el listón alto, al igual que hicimos en 2004 en aquél inolvidable Campeonato Iberoamericano de Atletismo, que dejó en Huelva un complejo deportivo de referencia en el atletismo nacional, gracias a unas instalaciones de vanguardia. Un estadio que, ojalá, muy pronto lleve el nombre de Emilio Martín, al igual que Huelva pide para el Palacio de Deportes el nombre de Carolina Marín. Es igualmente crucial perpetuar sus gestas para que sean referencias de las próximas generaciones.