Cuestión de limpieza

Si se quiere promocionar Huelva es fundamental dar una buena imagen de la ciudad

Si se quiere promocionar Huelva es fundamental dar una buena imagen de la ciudad, la limpieza de la urbe juega aquí un importante papel y en esta materia la capital onubense no pasa la prueba. No se nota en las calles el refuerzo del servicio municipal de limpieza. Sólo la zona centro se mantiene en un estado aceptable, pero todo cambia cuando uno se adentra por cualquiera de las pequeñas calles que forma el entramado viario del entorno o se desplaza a cualquiera de los barrios.

Papeles, plásticos, colillas, latas, botellas, excrementos de perros y hojas caídas de los árboles son algunos de los objetos que hay diariamente dispersos por las vías públicas. A esto se une mobiliario apilado junto a los contenedores y bolsas de basura, con ropa usada o envases ligeros en las aceras.

No contribuyen los ciudadanos a mantener limpia la ciudad ya que no se preocupan ni tan siquiera en depositar las bolsas en el interior de los contenedores, y la empresa encargada, por su parte, tampoco vacía con asiduidad los destinados a envases ligeros, vidrios y papel y cartón.

No les importa a los ciudadanos incívicos manchar la imagen de Huelva ni tampoco obligar con sus acciones a que el resto de los ciudadanos tengan que vivir en una ciudad con suciedad, basura y excrementos de perro en sus calles. Ya se partía de un contexto parecido cuando el Ayuntamiento decidió reforzar el servicio de limpieza y el resultado sigue siendo el mismo. Se esperaba que la actuación que se llevara a cabo con el refuerzo fuera parecida a la que se realiza cuando pasan las cabalgatas de Reyes y Carnaval, las hermandades rocieras o las procesiones de Semana Santa, un servicio de limpieza rápido y efectivo.

Durante las obras de remodelación en el Barrio Obrero, vecinos optaron por amontonar las bolsas de basura en los lugares donde se solían poner los contenedores, que tuvieron que desplazarse unos metros. Los montones de basura permanecían en la calle y fue la imagen que se llevaron todos aquellos turistas que visitaron entonces este conjunto arquitectónico, legado inglés, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Parecía que lo del Barrio Obrero iba a ser un hecho aislado, pero la historia se repite, ciudadanos que viven en el centro les han tomado el relevo y con el pretexto de que se están peatonalizando las calles y los contenedores se han desplazado de sitio, dejan las bolsas de basura en la acera con tal de no andar unos pocos metros para depositarlos en los contenedores, con lo cual, unos por los otros y la casa sin barrer.

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