Pilar Cernuda

De Colón y otras historias

Ha sido la apoteosis antisanchista. En Moncloa y Ferraz intentarán minimizarlo, pero la manifestación de la Plaza de Colón pasará a la historia. Más que aquella primera que tan mal administraron Pablo Casado y Albert Rivera.

Ayer la plaza de Colón rebosaba de personas indignadas por las políticas de Pedro Sánchez, sobre todo los indultos a personajes que han protagonizado un intento de golpe de Estado a España y afirman que lo seguirán intentando. Se trataba de personas de derechas, centro e izquierdas. Sí, también de izquierdas; esta periodista ha visto a conocidos que presumen abiertamente de votar al PSOE. Los propios convocantes, Rosa Díez y Fernando Savater entre otros, son más de izquierdas que de centro, como es público y notorio.

A Pedro Sánchez le importan poco las manifestaciones no convocadas por él o a las que no se suma, pero si tuviera un mínimo de decencia política, tomaría nota de que una multitud de españoles abominan de su forma de ejercer el poder, sobre todo, por unos indultos que son una vergüenza para quienes defienden que la política no debe interferir en asuntos que ya ha resuelto la Justicia. Y que no pongan ejemplos de indultos previos: ni tenían las connotaciones políticas de éstos ni se aprobaron en contra del tribunal sentenciador.

PP y Ciudadanos no fueron comparsas de Vox, sino que tres partidos se sumaron a una convocatoria venida de la sociedad civil. Lo hicieron sin foto conjunta y cada uno con su público. ¿Qué Vox lo ha intentado capitalizar y seguirá haciéndolo? Sí, forma parte de la estrategia recurrente en Abascal, que se considera el único patriota español. Pero cualquiera que acudiera ayer a Colón pudo advertir que aquello no iba de ver quién defendía a España con los gritos más enardecidos ni la bandera más grande, sino que aquello iba de expresar un rechazo real, profundo y sentido, hacia un presidente que ha ido mucho más allá en sus políticas de lo que se puede admitir a un jefe de Gobierno que, lo primero de todo, debe respetar la ley y la Constitución.

Coincidía la manifestación con la clausura del congreso de Podemos. Excelente noticia. Se convierte en un partido que va derecho hacia la irrelevancia con un equipo dirigente que es ejemplo de mediocridad, sectarismo y afán de poder. Con un dato que no puede pasar inadvertido: Alberto Garzón ha renunciado a presentarse candidato de Unidas Podemos en Andalucía porque prefiere continuar en el Gobierno.

Pedro Sánchez se encogerá de hombros ante la manifestación de Colón. Pero debería importarle: el viento empieza a soplar en su contra.

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