La otra orilla

Javier Rodríguez

Arena de montaña

Este verano he tenido la suerte de entrar en la Cueva del Tío Manolo, en Cuenca, de la que en determinadas épocas del año brota una espectacular surgencia de agua que vierte en un río cercano. En un momento de la visita, el espeleólogo que nos acompañaba nos invitó a que cogiéramos un poco de la tierra que pisábamos y dijéramos a qué nos recordaba. Era arena de playa. Estábamos casi en el centro de la península, a más de mil metros de altitud, pero aquello era arena de playa. El guía nos lo confirmó y nos dijo que aquella arena debiera terminar en la playa, pero que en los cauces hemos empezado a poner tantas barreras que le es imposible llegar allí. Para él esa era la causa de que tantas playas estén quedándose sin arena.

La respuesta a un problema del que tanto se habla por aquí, a tantos kilómetros de distancia, pensé, pero, además, también pensé en cómo la alteración de un ecosistema puede venir de una actuación a miles de kilómetros: una presa, un trasvase, un pozo… modifican el cauce de un río, secan unos ecosistemas para regar otros o, como el caso de lo que aprendí en aquella cueva, hacen que las playas se queden sin arena.

No solemos remontarnos tanto para comprender los problemas que nos aquejan, nos cuesta entender que la causa de que muchas playas de Huelva se queden sin arena pueda remontarse al momento en el que, hace más de cincuenta años, un tecnócrata franquista decidió construir una presa a quinientos kilómetros de esas playas, igual que nos cuesta entender que la contaminación o la desecación de un acuífero puede tardar décadas en dar la cara y, en consecuencia, preferimos poner remedios que nada tienen que ver con la causa del problema, costosísimos parches que lo más que consiguen es maquillar temporalmente el problema.

Según la RAE, la ecología es "la ciencia que estudia los seres vivos como habitantes de un medio, y las relaciones que mantienen entre sí y con el propio medio". No sé a qué viene esa manía de muchos contra la ecología: somos seres vivos en ese medio y necesitamos comprender mejor nuestras relaciones con los demás seres vivos y con el medio que habitamos y actuar en consecuencia.

Por cierto, aparte de por comprobar lo de la arena, les recomiendo la experiencia de recorrer montes, hacer espeleología... por la serranía de Cuenca, por la Sierra de Huelva o por donde sea. Mucho mejor que cualquier parque temático, dónde va a parar.

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