caleidoscopio

Vicente Quiroga

Año jubilar

Lo escribía nuestro entrañable compañero y también amigo, Victoriano Ruigómez, el día 6 en su siempre oportuno El Puente. Afirmaba que en materia turística esta provincia "no termina de arrancar". Lo ha asegurado él muchas veces, lo hemos mantenido nosotros en esta columna cuando se ha hablado de sector tan trascendental para Huelva. Es algo de lo que están convencidos incluso aquellos que se muestran optimistas en muchas ocasiones, aunque piensen todo lo contrario. Y es que muchas y muy buenas intenciones se han visto frustradas una y otra vez. Parece no servir de mucho ni patronatos, ni grupos de desarrollo rural ni Adercon, ni ADR o como quieran llamarse, revestidos de esas siglas que la mayoría no sabe que significan.

Nos parece muy bien que unos y otros organismos traten de asociarse para vender fuera la imagen turística de Huelva. Pero no basta con ese voluntarismo y esos proyectos que, más o menos efectivos, propugnan ese lanzamiento hacia la conquista del turismo que, en esta tierra tan llena de potencialidades de todo tipo, hasta ahora no han encontrado el ansiado eco en ese sector tan pródigo para otras provincias. Pero ha de ser, sobre todo, la sociedad civil, la iniciativa privada, en suma, el empresariado, el que ha de auspiciar, por sí mismo o urgiendo a la Administración, el que emprenda el definitivo esfuerzo y la estructura que cimiente ese estímulo común a favor del turismo onubense.

El turismo religioso tiene singular incidencia en España. No en vano, aparte de lugares atractivos de arraigada devoción popular, existen infinidad de edificaciones monumentales, catedrales, basílicas, monasterios, iglesias, templos y otros monumentos que a diario son visitados por miles de turistas. Lo que muchos apantallan con el socorrido adminículo cultural, es todo un inmenso patrimonio que la Iglesia a través de los tiempos ha levantado en pueblos, ciudades y lugares remotos, que hoy suponen puntos de interés en materia turística. El Rocío, en ese aspecto, es un centro de poderosa atracción y fama internacional en cualquiera de los ámbitos de la sociedad universal como para no aprovechar debidamente las grandes posibilidades que brinda a Huelva el Año Jubilar Mariano.

Por eso, cuando el pasado Domingo de Pentecostés, el obispo de Huelva, doctor José Vilaplana, proclamaba la concesión por el Papa Benedicto XVI de un Año Jubilar Mariano para El Rocío, la noticia no sólo conmovió a ese ámbito concreto y grandioso de la Romería, sino a muchísimos onubenses. Debe sensibilizar especialmente a los políticos y empresarios, sea cual sea su criterio personal, porque el acontecimiento, fundamentalmente religioso, trasciende de lo puramente social para adquirir categoría de reclamo turístico y económico, sobre todo con la acertada decisión del Gobierno de declarar de "excepcional interés" este Año Jubilar. Desde este momento, la jerarquía eclesiástica, la Hermandad Matriz y Ayuntamiento de Almonte, todas las hermandades, empresarios, políticos y gestores diversos deben ponerse a trabajar intensa y eficazmente para que esta celebración sea lo que Huelva espera, desea y necesita.

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