El Recreativo de Huelva necesita estabilidad para crecer. Desde lo institucional, el Ayuntamiento ha asegurado la viabilidad y el cumplimiento de los compromisos adquiridos. Y en lo deportivo, hay una estructura mínima que sobre la mesa ha dispuesto un plan con un entrenador experimentado al frente, como es José María Salmerón. Dos bases muy importantes, vitales, para comenzar a caminar con ciertas garantías.

Hay que tener perspectiva. Esa es clave para poner en punto y hora el momento que vive el Decano. Y en todos los sentidos hay que determinar que el Recreativo está en construcción. Por eso, las prisas no pueden aparecer en el recreativismo porque provocaría una inestabilidad innecesaria.

El club albiazul viene de un embargo de sus cuentas. Hoy ya puede disponer de los ingresos y realizar operaciones financieras. El Recreativo de Huelva viene de lograr la permanencia en Segunda División B en el último suspiro durante las últimas campañas. Viene de tener entrenadores en formación. Viene de problemas de cobro en la plantilla. Hoy hay un equipo sólido, un míster con galones y pagos al día.

Quienes pitaron el juego en la primera parte del Recreativo de Huelva ante el UCAM Murcia tiene memoria frágil. Y aunque cada uno es libre de expresar aquello que siente, no hay nada malo en hacer reflexionar a esa parte de la grada sobre el momento que hoy por hoy vivimos. Seguro que con un poco de distancia acaban cambiando de opinión.

Un equipo nuevo merece tiempo para calibrar su medida. Quizás no sea aún la que todos deseamos. Seguramente no lo sea en muchas fases de la Liga. Pero lo que sí es cierto es que se está en el camino. Si la senda es corta o larga, ya lo dirán los partidos.