El rescate municipal conecta con los propósitos deportivos, y las ilusiones para 2019 con la autoestima de la activación de las cuentas corrientes de los profesionales. Frenar la tendencia de la vulnerabilidad ante la situación de zozobra traumática y echar los números de la lechera con el menú de los deseos. Al inicio de temporada las sugerencias del proyecto eran el reto de aspiraciones convencidos de las promesas de pagos de la propiedad, ahora se pone el contador a cero reflejando un nivel psicológico reactivado paralelo a la energía.

Si bien no se puede poner puertas al horizonte de la esperanza, tampoco se debe confundir los sentimientos pensando en la carta a los Reyes Magos para hacer de golpe todo lo que hay pendiente en el cierre de 2018. El entrenador llevó la iniciativa de los 17 fichajes de verano para confeccionar una plantilla con expectativas. Hace un año fue un fracaso los tres refuerzos de enero, a cuál peor, después de tres ciclos sin acceder a la apertura invernal. Ahora, la imaginación al poder cuando se puede batir el récord de incorporaciones en la historia del Decano entre los dos mercados tras un arrebato de ambición que abre 2019 sondeando la demanda y consciente de la extralimitación de presupuesto.

Ningún entrenador se va satisfecho en diciembre. Todos se quejan de que le faltan puntos y Salmerón suspira por 5-6 más, pero los que hay son los que se ha ganado en el campo en el reparto de méritos y deméritos de un equipo de distancias largas, conservador, carente de creatividad y limitado en su capacidad ofensiva, sólo con la referencia de Caye Quintana (7 de los 18 goles). Un reinicio exigente y con exigencias competitivas: Villanovense con tres meses de su única derrota casera (7ª jornada ante Talavera) y también sólo una en los últimos 11 partidos. Pero, la ambición presente del Recreativo la dicta su propuesta en el terreno y su fuerza solidaria.