La extinción del contrato de gestión entre el Recreativo de Huelva y Eurosamop es una buena noticia. El papel que ha jugado la empresa de Juanma López, más allá de la planificación deportiva del equipo, ha sido bien poco. La falta de respuesta, el oscurantismo y la inanición provocaron un galimatías difícil de entender por la afición, que nunca comprendió el rol que jugaba Eurosamop en el Recre porque, entre otras cosas, nunca se tomó la molestia de explicarlo.

Sea quien sea el que esté al frente del club albiazul tiene que contar claramente qué intenciones tiene para el Decano: cómo va a hacer rentable esta empresa, cuál es su proyecto y qué garantías hay de cumplimiento con las obligaciones de pago.

Lo que está claro es que el Recre debe seguir creciendo y que para ello tenía que eliminar lastre. Y repito que Eurosamop lo era porque nunca se molestó en demostrar lo contrario.

Ahora el camino parece más despejado. Una senda que ha de llevar al Recre a la venta, porque no parece lógico que tenga que ser un Ayuntamiento el que gestione un equipo de fútbol. Y como llegó esta rescisión de contrato con Eurosamop, llegará también el paso a manos privadas. Seguro.

El Decano tendrá que seguir trabajando, partido a partido, también en su foro interno. Hoy se ha demostrado que las gestiones, cuando se hacen sin altavoces ni teatros, resultan más eficaces. Esa es la vereda. Dar tranquilidad en lo deportivo y confianza al grupo y al cuerpo técnico parece lógico. Nada puede empañar la gran campaña liguera de este Recre. Y así deberá seguir siendo.

Que el ritmo no pare. Que la normalidad de la gestión continúe. Y que la profesionalización del club en todas sus áreas sea una realidad más pronto que tarde. Nos va la vida en ello. Porque los errores, en el fútbol, se pagan muy caros.