Todo profesional de la comunicación sabe que la imagen es una parte fundamental que condiciona la calidad del mensaje e influye, en positivo o negativo, en aquello que se quiere transmitir. El Recreativo de Huelva se está jugando su futuro ahora, por eso resulta vital que dentro y fuera del terreno de juego dé una imagen positiva, limpia, renovada y seria.

A pesar de los condicionantes negativos que rodean al club y entendiendo la dificultad que esto entraña para la gestión diaria, creo que la imagen del Decano es francamente mejorable. Dentro del terreno de juego hay que ser más competitivos de principio a fin, y eso es labor del entrenador. Y en cuanto a la comunicación externa hay que marcar una estrategia de seriedad y solvencia que echo en falta. Estaría bien que los responsables tomaran cartas en el asunto y comenzaran a enderezar algunas cuestiones que no benefician a la institución.

La recuperación de las redes sociales y la puesta en marcha de la página web del club fueron una gran noticia para los seguidores recreativistas. Sin embargo, la línea institucional del Decano en este sentido es francamente mejorable a juzgar por lo que se lee y se ve. Es la hora de poner las bases de la imagen del Recreativo del futuro, para que la percepción sea atractiva dentro y fuera de las fronteras onubenses.

Es cierto que la economía de guerra en la que vive el Decano no da para mucho, pero siempre es mejor ser prudentes que pecar de exceso. El Recreativo de Huelva merece aspirar a ser y parecer un club señor, y debe alejarse de las modas, que en materia de imagen y comunicación casi nunca llevan a buen puerto.

Una imagen vale más que mil palabras. Si es buena te abre puertas. Y si no lo es, te las cierra de golpe.