Aquellos fans de Jennifer Aniston que recuerden con nostalgia a la Rachel de Friends, y otros tantos papeles similares que desarrolló posteriormente en el cine, que se vayan olvidando de ver The Morning Show, la nueva serie de Apple TV+ con una de las mejores actrices cincuentonas que hay en Hollywood actualmente, sin haber ganado ningún Oscar ni protagonizado un peliculón que vaya a pasar a la historia. Aniston se reivindica a sí misma en su nueva ficción, en la que comparte protagonismo con una también excelsa Reese Witherspoon. Ellas son las estrellas, y lo saben; de hecho, llevan todo el peso de esta serie sobre los entresijos del Periodismo y el mundo de la televisión. No voy a decir que se trata de las mejores actuaciones de Aniston o Witherspoon, pero sí que ambas abrazan las peculiaridades de sus personajes y les imprimen un saber estar que lleva a que simplemente queramos saber cómo va a continuar la historia. Lo mismo ocurre con Steve Carell.

The Morning Show tiene todos los ingredientes para convertirse en una producción adictiva y de calidad sobre la trastienda de la televisión en Estados Unidos, la política de género y los juegos de poder, y la producción, que cuenta con un equipo muy talentoso delante y detrás de cámaras, no escatima en gastos. El potencial es enorme, pese a que los críticos se hayan cebado con ella y también pese a que tiene sus defectos,obviamente.

Con Netflix como enemigo a batir y Disney+ como el servicio de moda sin haber llegado todavía a muchos países, Apple TV+ ha intentado diferenciarse con un gran precio -apenas 4,99 al mes- y un catálogo por ahora escaso pero en el que se ha apostado por grandes nombres como reclamo para atraer el mayor número posible de clientes.

Ela rgumento tiene un punto de partida muy potente: uno de los dos presentadores de un longevo espacio matinal es acusado de acoso sexual, siendo inmediatamente despedido. Esto genera una crisis sin precedentes en un programa cuyo seguimiento ya empezaba a mostrar los primeros síntomas de decadencia. A partir de esto, la serie creada por Jay Carson -aunque Apple le sustituyó por Kerry Ehrin mucho antes de que la serie fuese la que ha llegado a ser- va siempre a la yugular, exteriorizando de la forma más explícita posible lo que pasa por la cabeza de sus personajes. Visualmente sí está más cerca de conseguir ese componente de entretenimiento de lujo, pero con algo de mensaje que en este caso se busca en los guiones sin saber muy bien cómo conseguirlo.

The Morning Showpodría haber sido un desastre de no contar con el reparto que tiene, pero ellos evitan que se convierta en un accidente a punto de ocurrir del que no puedes apartar la vista.

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