Borrar del inconsciente las secuelas del cúmulo negativo que condicionó la conducta sobre el campo y empezar de cero con la mente limpia. La chispa adecuada saltó en Sevilla para dejar el agarre del brocal del pozo y sacar la cabeza para respirar algo mejor todavía bajo los efectos de la terapia de dos meses y medio sin ganar en Huelva. El efecto secundario inmediato requiere que el proceso de esta reacción se transforme en el reto de aquello que tiene como consecuencia volver a gozar de crédito. El Recreativo prueba su fuerza y confianza ante el empeño de sumar un pleno antes de Navidad frente a rivales gaditanos: filial amarillo y Algeciras.

El triste deambular por la Segunda B trae consigo la penitencia de conocer a casi todos los segundos equipos de la región: Almería, Córdoba, Málaga, Real Betis, Granada y llega Cádiz B en su presentación oficial, algo impensable cuando hace nada era rival del filial en la ciudad deportiva. En este tiempo que le toca vivir y sufrir, el Decano bendice a los jóvenes en su purgatorio, además de que tiene que dar ejemplo con brillantez a esta bienvenida como patriarca toda vez que ilumina a estos canteranos dándoles los derechos de imagen en la muestra reverente de cortesía.

Pavón no rendirá pleitesía ante su Recreativo del alma. Fue un técnico valioso en la agonía del club con su juventud a cuestas y su inexperiencia, muy comprometido en su bautismo desde su debut en Segunda. Ahora, sueña en Cádiz con superar su máster con buenas notas disponiendo de un bloque equilibrado, que rentabiliza los pocos goles en muchos puntos, cuatro más que el equipo aspirante de Monteaguado. A pesar de su situación lejos del playoff, el Recreativo se juega las razones de reactivar su estímulo para creer en mayor medida de que llega a tiempo de sacar lo mejor de sí mismo, pero... ganando partidos y sintonizando con su elogiada e impagable afición.