Precisamente ahora

05 de marzo 2024 - 00:15

Cuando aparecen, porque así de oscilantes somos, más nubes de las debidas; ahora que no se habla de ir con gambas como gorros ni salen en las redes Quintana, Rahim o Del Pozo santificados; en estos momentos con gente que ya no es que se baje, sino que se tira en marcha de aquella curiosa ‘abeleta’ que se montó cuando parecíamos imparables; cuando todo se empieza a ver más feo de lo que realmente está; cuando reluce la evidente falta de elementos y de recursos en algunas posiciones; cuando se habla de ausencia de gasolina… Pues precisamente ahora me es imposible no ilusionarme ni dejar de recordar que el Recre lleva defendiendo como un león, desde hace ya no sé cuántas jornadas, un puesto para el que jamás estuvo llamado. Yo lo tengo más claro que nunca: sí, ahora ya, a tumba abierta, a por todas.

Las tendencias no engañan e igual que lo de la ‘casualidad’ de los penaltis no pitados (pronto se cumplirá un año del último; se dice pronto la bromita) lo de que recientemente el Recre haya comenzado perdiendo con Murcia, Ceuta, Málaga, San Fernando y Alcoyano tampoco es fortuito. Con la permanencia en el bolsillo creo firmemente que la ausencia de presión no debería significar ausencia de personalidad; es más, entiendo que tienen que prevalecer, justo ahora, el carácter y la seguridad. Quedan doce partidos, doce finales, ¿no? Pues es lo mismo que decir que estamos a una docena de duelos, todos ellos con el cuchillo entre los dientes, de acercarnos a dos eliminatorias para dar otro pelotazo, de lograr una machada única, de poder pasar, en apenas dos años, de jugar en Pozoblanco buscando la primera oportunidad de subir a Cuarta a luchar por volver, en apenas 90 días, de donde cierto personaje y su estilo nos tiró. Y lo hacemos, de momento, con +5 sobre el sexto, que no es mal bagaje, por cierto.

En casa o fuera, me es indiferente: ojalá ver al Recre superando al rival en fuerza, en nervios, en sangre en los ojos y hasta en sobreexcitación si cabe; que donde no llegue la calidad (que la hay) ni los elementos (que los tenemos) lleguen otras cosas; eso, a veces, funciona. Las mismas dudas del pasado más reciente (“así es imposible subir”) ya revolotean. Je, cuidado, que en no pocas ocasiones cuando menos se nos esperaba más lejos hemos llegado. Un paso al frente, sin miedo, de todos. Sí, es el momento; es precisamente ahora.

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