Quedan por delante 20 jornadas, más de media Liga, y un grupo de seis equipos fajados en busca de los cinco puestos de arriba con derecho al salto a Segunda RFEF, directo el primero y los cuatro siguientes a play off de ascenso.

Todos los perseguidores del Decano quieren acertar lo máximo posible y todos desean que el bloque invicto de Alberto Gallego pierda la dinámica ganadora para aprovechar el tránsito de una previsible mala racha habitual en tantos meses de competición . El Recreativo tiene ahora motivos para juzgar el panorama favorable y su afición profesa el optimismo. Entre el líder y el sexto (Gerena) hay 10 puntos de margen. El horizonte todavía no es visible, queda tanto por conseguir que realizando una temporada casi bordada, sumando 35 puntos de los 39 posibles, nota el calor detrás a cinco del Utrera. Por lo tanto, es justo ser prudente y moderado.

No hay nada ganado, sí mucho avanzado para el examen definitivo. El Recreativo tiene la obligación contraída de seguir transmitiendo ambición para frenar a un Córdoba B liberado de presión, que será muy peligroso por su frescura y descaro, que como tantos otros forzará su mejor versión en el ambiente más futbolístico que será difícil de ver en otro envite del filial en El Nuevo Arcángel, similar a un derbi grande. Ambos llegan con el rebufo victorioso: el líder con siete y el filial con seis partidos consecutivos ganados. El Recreativo juega en Córdoba para potenciar su vigor y dominio ante un rival que acecha a seis puntos con fortín ganador casero. Un compromiso en la cumbre con doble valor equitativo: distanciar más al tercero y seguir mostrando más seguridad activa avisando al segundo, Utrera. Los galones del Decano ante el reto de un proyecto ganador y a la vez la defensa que supone el riesgo frente a unos acompañantes que tratarán de hacerle el trayecto imposible a través de obstáculos con señales de alarmas.