Análisis

Sixto Romero Sánchez

Profesor de la Universidad de Huelva. Presidente de la Academia Iberoamericana de la Rábida

Hispanidad y el rey Juan Carlos I (II)

Continuamos en esta segunda entrega comentando el trabajo de Claire Decobert: “Le discours de Juan Carlos à propos de l’Hispanité, comment enseigner quelques faits de civilisation?” (“¿El discurso de Juan Carlos sobre la Hispanidad para enseñar algunos hechos de la civilización?”), de la Université de la Sorbonne Nouvelle, base del artículo dedicado a la Culture de l'autre (Cultura del otro).

La limitación del espacio semanal me induce a estructurar adecuadamente el contenido en varias entregas. Es necesario mostrar en esta ocasión, de inicio, su reflexión en torno a lo que C. Decobert cree que se debe enseñar sobre la transmisión de culturas y civilizaciones extranjeras en los estudios universitarios y el concepto de civilización en las universidades francesas: ”…. A pesar de la ambigüedad que recae sobre el término civilización, su uso es aceptado en la práctica universitaria. Frente a este concepto con contornos mal definidos, muchos investigadores ya se han preguntado sobre el enfoque de la enseñanza civilización, o su relación con la historia u otras disciplinas como, por ejemplo, la lingüística en estudios hispanos en Francia. De acuerdo a definiciones propuestas, civilización se refiere a todo lo que no es literatura ….” (sic)

Sigue afirmando, Decobert: “…. Las obras hispanas (tesis y publicaciones) en números crecientes enfatizan solo el interés en este asunto que se vuelve autónomo con respecto a la Historia, escuchado en su concepción clásica, …pero también plantea las dificultades para aprehender…”(sic)

Es interesante destacar, en el trabajo de la profesora francesa, el enfoque de la enseñanza de la civilización en los currículos universitarios franceses, como un tema importante y necesario para la enseñanza y la investigación, desarrollados, principalmente en idioma extranjero a través de conferencias y/o tutoriales, con el objetivo principal de educar a los estudiantes que no reciben la capacitación histórica de todas las producciones culturales del país estudiado en cuestión. Por lo tanto, la civilización se entiende como una disciplina capaz de formar intelectual y profesionalmente a los estudiantes en lo referente a la historia, la cultura y la política de un país extranjero.

Para lograr estos objetivos, Decobert analiza y expone que: “… un enseñante, de todos los niveles, puede utilizar recursos muy variados: textos fuente, artículos de prensa, películas, estadísticas, tablas, gráficos, reproducción de obras de arte, archivos, mapas, fotografías, obras literarias y/o artísticas, etc., es decir, todos los tipos de medios que se denomina Documentos Históricos, que constituyen la materia prima de la historia y permitir iluminarlo e interpretarlo…”

Para el análisis Decobert y su equipo, seleccionan los discursos conmemorativos del 12 octubre del rey Juan Carlos I de Borbón entre 1976 y 1995, con la excepción de los de 1979 y 1994.

Sobre el método elegido y las hipótesis utilizadas para analizar los discursos conmemorativos reales del 12 de octubre, adoptaron un enfoque comparativo para subrayar las similitudes y diferencias entre ellos. De hecho, lo que hacen es analizar su contenido al favorecer un enfoque lexicológico, enunciativo, retórico y argumentativo para resaltar su evolución. Se concibe la enunciación como la actividad del lenguaje ejercida por quien habla, en el momento preciso en el que habla, pero también por quien escucha y en el momento en el que escucha: en este punto la enunciación tiene un carácter histórico, único, por lo tanto, ¿no se reproduce nunca dos veces de manera idéntica? (Ascombre y Ducrot, 1976).

Es de resaltar las intenciones de los investigadores franceses, “… À partir des résultats obtenus de l’analyse, nous nous efforcerons d’apprécier la manière de transmettre aux étudiants des faits civilisationnels…”(sic) …A partir de los resultados obtenidos del análisis, nos esforzaremos por apreciar la manera de transmitir a los estudiantes los hechos de civilización…”

Si nos referimos a la retórica antigua y los tres tipos de discursos que distingue, hace referencia a que el discurso conmemorativo es un discurso epidíctico (correspondiente al género literario u oratoria grecorromana, también llamado discurso demostrativo, cuyo exponente máximo podemos encontrarlo en Isócrates, que ulteriormente dio lugar a otro género diferente, el llamado ensayo) que se refiere a una declaración cuya función es censurar, más generalmente, instruir. Este tipo de discurso es pronunciado ante un auditorio reunido a tal efecto para participar en un evento en particular con referencia al pasado, al presente y al futuro.

Como todos estos discursos son pronunciados por el mismo orador, Juan Carlos I, y en la misma fecha, pone el énfasis C. Deborcet al pertenecer al género epidíctico, en la idea que estos discursos se construyen sobre un mismo patrón.

Insiste, desde el análisis realizado que: “… Leur contenu doit renfermer des similitudes et de grands concepts doivent figurer. De plus, comme les discours commémoratifs sont essentiellement informatifs, ils doivent être riches en rappel d’événements, de lieux et de personnages historiques….” (sic) . “…Su contenido debe contener similitudes y los principales conceptos deben ser incluidos. Además, dado que los discursos conmemorativos son esencialmente informativos, deben ser ricos en reminiscencias de eventos, lugares y personajes históricos…

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