La Fundación Recre es un activo del que el Decano no ha sabido sacar provecho como debería desde su puesta en marcha. Con el anterior propietario ha servido como cajón de sastre para acoger todo tipo de iniciativas, de interés social o no, donde ha primado el interés lucrativo por encima de otras consideraciones.

Sin embargo, hay iniciativas dentro de la Fundación que aglutinan a un gran número de onubenses y que funciona de manera aceptable a pesar de las penurias económicas. La más conocida es la escuela de fútbol, que reúne a un buen número de niños y padres. Allí, además de trabajar la educación deportiva de los pequeños, se tiene la oportunidad de fomentar el recreativismo desde dentro. Sin embargo, son muy pocas las iniciativas que para ello se desarrollan y se está perdiendo una gran oportunidad que podría tener un gran calado social.

Por otro lado, la Fundación es casi inexistente fuera del ámbito deportivo. El interés innato que despierta el club le permite ser un altavoz para quienes más lo necesitan. El fútbol puede servir como impulso para otras muchas iniciativas solidarias y sociales que se desarrollan en la ciudad. El Decano es mucho más que un club que juega cada domingo, es una institución que ha de estar presente en todos los grandes acontecimientos de la ciudad y que debe ligar su imagen a toda iniciativa que nazca de los onubenses.

La Fundación podría ser el revulsivo social que merece el Recre y la herramienta que haga que el sentimiento de pertenencia al Decano no dependa de que entre o no la pelota. Ese recreativismo que nos haga sentir orgullosos a todos los onubenses, tiene la oportunidad de crecer a través de una entidad ya creada y que necesita de imaginación, propuestas y pasión para hacerse fuerte. Sin duda, la Fundación es el camino para unir socialmente dos conceptos que son realmente uno mismo: Recre y Huelva.